- Si alguien llega hasta ti con un regalo y tú no lo aceptas, ¿a quién pertenece el obsequio?
- A quién intentó entregarlo- respondió su alumno.
El samurái continúa:
- Así es, lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos. Cuando no se aceptan continúan perteneciendo a quien los lleva consigo.
Samurái
Moraleja: No te tomes nada personal. Cuando eres inmune a las opiniones y a las acciones de los demás, jamás serás víctima del sufrimiento innecesario - Dr. Miguel Ruiz, autor de Los cuatro acuerdos.