A veces las malas compañías o el ambiente en que nos desarrollamos es usado como pretexto para hacer mil barbaridades.
Pero no siempre te colocan una pistola en la cabeza para que actues mal y afecten tu desarrollo personal o profesional.
Si por una estúpida presión social te dejas influir por amigos, pareja toxica o un ambiente escolar pésimo, pues no eres mas que un animalito tonto y perdido en este mundo.
Uno debe buscar su buen camino, esas personas por las que nos dejamos influir, poco harán en nuestras vidas, mas que intentar arruinarla con superficialidad.
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