Según expone Ellen Bialystok, psicólogo de la Universidad de York en Toronto, Canadá, este sistema es “la base de tu capacidad para pensar de forma compleja, controlar la atención y hacer todo lo que pensamos como un pensamiento excepcionalmente humano”.
Bialystok y su equipo investigaron durante un largo periodo de tiempo a 102 pacientes con Alzheimer bilingües y a 109 monolingües que tenían el mismo nivel de agudeza mental. A los pacientes bilingües se les había diagnosticado el Alzheimer en un promedio de cuatro años después que a los pacientes monolingües. Esto indica que el bilingüismo protege a los adultos mayores, incluso cuando el Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa y afecta a las funciones memoriales y cognitivas del cerebro.
Ahora, si aún no estás seguro a que edad puedes empezar a aprender otro idioma, la psicóloga Janet Werker, de la Universidad de British Columbia en Canadá, afirma que los beneficios del bilingüismo pueden comenzar en el útero pero incluso aunque no aprendas un segundo idioma hasta la edad madura, todavía puede ayudar a evitar la demencia, el Alzheimer y otras enfermedades que afecten las neuronas.
Así que no tiene relevancia la edad cuando se aprende inglés, por ejemplo, un idioma versátil y practicado por gran porcentaje de la población mundial en todos los ámbitos.
El inglés es el primer idioma que se adquiere aparte de la lengua materna, debido a la influencia Norteamérica y británica en los medios de comunicación, además de ser gramaticalmente más sencillo que otras lenguas. Por lo que es muy común encontrase con latinos o asiáticos afirmando que aquel que aprende inglés abre muchas puertas en el mundo.
Sin discriminar edades u ocupaciones, cualquier individuo que aprende inglés tiene garantizado un mejor desenvolvimiento personal y profesional en todo el mundo, además de velar por su salud mental retrasando o impidiendo aquellas condiciones que afectan directamente las capacidades cerebrales.
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