Los verbos, según la permanencia de su raíz o lexema se clasifican en regulares e irregulares, por lo tanto, es importante saber la diferencia entre ambos para poder clasificarlos correctamente. Si tienes dudas al respecto o simplemente quieres un poco más de información, continua leyendo, porque a continuación te decimos todo lo que necesitas saber en torno a este tema.
Verbos regulares
Se les llama así a aquellos verbos que una vez conjugados, es decir, cuando dejan de estar en infinitivo; no cambian su raíz. Los verbos regulares se caracterizan por seguir un esquema o patrón, por tal motivo resulta menos complicado emplearlos en sus diversas formas en el habla cotidiana.
verbos regulares ejemplos
Algunos ejemplos de verbos regulares bastante comunes y ampliamente utilizados son:
Amar: amo, amas, ama, aman…(En este caso puede notarse que el lexema o raíz “am” siempre se conserva).
Correr: corro, corres, corre,corren…(“Corr” es la raíz que en todo caso se mantiene).
Verbos irregulares
Por otra parte, los verbos irregulares, tal como su nombre lo sugiere son aquellos que una vez conjugados cambian o alteran su lexema en algunas de sus formas.
verbos irregulares
A diferencia de los regulares, estos no presentan ningún patrón en específico, no siguen ningún modelo; sino que se mantienen cambiando. Por tal motivo, con frecuencia pueden generar confusión entre los hablantes y ser conjugados de manera incorrecta por los mismos.
Algunos ejemplos de verbos regulares bastante comunes y ampliamente utilizados son:
Oler: huelo, hueles, huele, huelen, olemos…
Oír: oigo, oyes, oye, oyen…
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