¡Hola a todos!Hoy ya he comenzado con la rutina... Ays, ¡como cuesta! Sobre todo cuando ves que definitivamente se han acabado las vacaciones y que toca esperar hasta las navidades para disfrutar de otros días de libertad y despreocupación... Así que, sintiéndolo mucho, no voy a empezar la temporada con una receta por que no me siento con fuerzas, al menos hasta el fin de semana jaja... Además, yo en vacaciones toco muy poquito la cocina, y más esta vez, que no volví muy fina tras mi paso por las tierras marroquíes.
Por estos motivos os traigo una entrada más ligerita para que vosotros disfrutéis con las imágenes y veáis un poquito como fue nuestro viaje y para que yo no tenga un primer día tan duro y saboree un poquito más este viaje ;) ¿me acompañáis?
Campamento en Merzouga
Nuestro recorrido nos llevó durante 10 días por las grandes ciudades del norte de Marruecos como Marrakech, Casablanca, Rabat, Tánger y Fez para luego bajar al sur a través de Meknes, Midelt, Erfoud y Ouarzazate, pasando una noche en el desierto. Sí, ha sido una paliza tremenda, más de 2.000 km...
Ruinas romanas en Volubilis
Este año nos empeñamos en pisar el continente africano y después de barajar varios países elegimos Marruecos a última hora, así que no sabíamos muy bien lo que nos íbamos a encontrar... Y, aunque ha habido cosas buenas y otras no tanto, el balance final lo podemos dar por positivo.
Atravesando la región del alto Atlas...
La verdad es que nos hemos traído muy buenos recuerdos. Recorrer Visitar la mezquita de Hassan II nos dejó más que impresionados, tanto por lo grande que es como por el trabajo tan delicado y bonito que han hecho en cada uno de sus rincones.
Mezquita de Hassan II en Casablanca
Pasar un día recorriendo las callejuelas de la medina y el zoco de Fez es algo que hay que hacer... Es trasladarte a otro mundo, ver sus costumbres, sentir sus olores (algunos de ellos difíciles de aguantar... uff, en la cooperativa de los curtidores casi nos da algo!) y aprender a regatear ;).
La medina de Fez
Y sentir la emoción de ver las primeras dunas del Sahara a través de las ventanillas del 4x4, montar en dromedario, pasar una noche en el desierto para disfrutar del anochecer y del amanecer sobre sus dunas y dormir bajo las estrellas...
Es de esas experiencias que sabes que no vas a olvidar en la vida....
Y sobre la comida... Una vez que decidí no mirar mucho a mi alrededor y no pensar más allá de lo que aparecía en mi plato (por que las costumbres para tratar a los alimentos son bastante diferentes a las nuestras), he de confesaros que me he puse hasta arriba de tajines....
Y cous-cous de todos los sabores y combinaciones...
Y probamos la auténtica pastela moruna, que me pareció espectacular y ¡mega dulce! Yo pensando que cuando preparé la mía me había pasado con el azúcar... jaja
Y estos ricos entrantes... ¡mmmhhh!
Ha sido una pequeña pincelada y podría contaros muchos sitios más, pero creo que es un lugar que hay que descubrir por uno mismo... Así que hasta aquí ha llegado el relato de mi viaje por Marruecos. Espero que os haya gustado, yo me voy a quedar un ratito más recordando las bonitas calles de Chefchaouen :).