Cuando pensaba que me vida había llegado a su punto máximo, apareciste tu, con tu luz irradiaste mi vida, ayer resplandeciste más que nuca, y yo… y yo no pude pronunciar las palabras que deseaba decirte al odio, ¡QUE HERMOSA QUE ESTABAS! Admirándote me descubrí en distraído instante en que hice un párate para ver a otro lado, nuevamente, me descubrí contemplándote resplandecer al sol, opacando
Fuente: este post proviene de Correr al tiempo, donde puedes consultar el contenido original.
A menudo me pregunto donde vivo, donde estoy, que hago, que debería hacer, donde debería estar, que debería hacer, y la verdad, de a ratos no tengo ni la más pálida idea, en este momento me encuentro ...