Tánger fue fundada en el año 1450 a.C. por los fenicios. Gracias a su excelente situación geográfica ha sido siempre un objetivo clave en los conflictos internacionales. En la Edad Media tuvo un papel importante en la consista de España. Desde entonces y hasta el siglo XX ha estado bajo dominio portugués, británico y español.
Los maravillosos paisajes de Tánger y sus costas son otro de los atractivos de la región de Tetuán. Con más de 120 km de costas, se puede disfrutar de playas en la vertiente mediterránea y la atlántica. Desde las playas del Mediterráneo, los días soleados se puede ver perfectamente el litoral español.
Uno de los secretos ocultos de esta rica zona son las grutas de Hércules. Unas cuevas escavadas por la erosión del agua, con una curiosa salida al mar con la forma del continente africano.
El centro histórico llamado medina es otro de los atractivos de la ciudad. Sus estrechas calles, patios, jardines y balcones al mar atrapan y enamoran a sus visitantes. La entrada a la medina se hace a través del Zoco grande, mercado donde podemos encontrar todo tipo de productos.
Gracias a su historia, construida a base de diversas culturas, es actualmente uno de los centros turísticos más importantes del norte de África. En esta ciudad, musulmanes, judíos y cristianos pueden reunirse pacíficamente y practicar su religión.
Algunas obras religiosas también son dignas de admirar. La mezquita de Sidi Bu Abid, con su minarete recubierto de cerámica y la gran mezquita de Tánger dan color árabe a la ciudad.
Su riqueza cultural ha hecho que grandes artistas y escritores como Delacroix y Oscar Wilde se inspiraran entre sus calles.