Los contrayentes han preferido casarse en el lugar donde también contrajo matrimonio la reina Isabel, en vez de la catedral de San Paul, donde se casaron Carlos de Inglaterra y Diana de Gales. Los costes serán enteramente cubiertos por los familiares de los prometidos.
El Gobierno británico ha calificado la boda como un acontecimiento de ‘semiestado’. Teniendo en cuenta que la monarquía británica es la más cercana a la tradición, representantes de todas las casas reales del mundo acudirán al casamiento.
Por tanto, ¡la boda más esperada ha llegado!
¿Qué tal ves a la joven para el príncipe de Gales? ¿Qué opinas sobre su constante huida de los medios de comunicación?
Fuente: elpais.com
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