En agosto con motivo de la publicación del informe Construyendo una educación de calidad: un pacto con el futuro de América Latina [1], elaboré para Educación Futura una entrada con el título: Despotismo escolar ilustrado: Todo para los estudiantes pero sin los estudiantes (consultar aquí). En dicha entrada planteaba la necesidad de contextualizar la educación desde y con las personas que le dan sentido, los estudiantes. Teniendo en cuenta su lugar en el sistema y en la vida social. ¿Por qué? Porque América Latina es amplia, diversa y compleja.
Entre el 8 y 9 de noviembre se ha presentado el Seminario Internacional 2016 sobre Política de formación docente inicial y continua desarrollado por el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación, creado por UNESCO en 1963. La puesta en marcha del Seminario 2016 IIPE ha sido presencial en Buenos Aires y global a través de una plataforma abierta y virtual, la cual ha estado retroalimentada por usuarios de todo el mundo. El Seminario se ha implementado bajo las dinámicas de un diálogo entre colegas con dos ponentes de prestigio internacional Mariano Fernández Enguita y Emilio Tenti Fanfani. Así como varios paneles de expertos en temáticas relativas a la política educativa, donde destaca la figura de Sylvia Schmelkes del Valle (Presidenta del INEE) que abordó el siguiente tópico ¿Qué informa el estudio Talis acerca de los docentes mexicanos? en el marco del cuarto panel El conocimiento requerido para la toma de decisiones: los aportes de la investigación.
En este contexto de debate y análisis de una cuestión vital de los Sistemas Educativos como es preguntarse por cómo formar a quienes van a educar a nuestras futuras generaciones y cómo esa formación se va a ir mejorando en el tiempo para dotar de reciclaje a los formadores. Cabe destacar la ausencia en primer plano de los docentes de base como elemento clave. Por supuesto, también han estado ausentes los estudiantes. En cambio, ambos días de la actividad presencial y virtual han sido una puesta en escena de expertos, investigadores, trabajadores del sistema jurídico-político que establecen proyectos, estructuras e ideas como si de un edificio se tratase. Toda decisión se subordina a las leyes de la física y la teoría de los materiales sin cuestionarse que la educación se hace día a día. Volvemos al despotismo escolar ilustrado, donde todo es para los normalistas, estudiantes de magisterio, futuros docentes pero son tratados como infantes, del latín sin voz.
A pesar de esta situación, hay una idea a considerar que se destaca sobre todas las demás. La expuesta por Pablo Cevallos Estarellas, director de la organización, en el cierre del evento. El necesario planteamiento desde el contexto. En tiempos donde mirar a Finlandia o Hong Kong parecía la única salida posible, debemos repensar la educación de América Latina desde Latinoamérica.
Quizás, un punto de partida, como expuso la presidenta del INEE, sea considerar las conclusiones del informe TALIS (Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el Aprendizaje, por sus siglas en inglés). Este estudio se realizó a gran escala con el propósito de conocer las condiciones de trabajo de los docentes y el ambiente de aprendizaje de los centros escolares mediante una recogida de datos por encuesta. La información obtenida puede servir para esbozar políticas educativas, pero sin dejar de lado la tarea de perfilar el diseño teniendo en cuenta a la comunidad educativa. No cayendo en el despotismo ni en falsas consultas del pasado.
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Despotismo escolar ilustrado (II): Todo para los maestros sin los maestros