Esta original y dulce idea se le ocurrió a Akihiro Mizuuchi, con la que quiso realizar unos originales muñecos de animación japonés en un día de San Valentín. Así se le ocurrió la idea de crear estos pequeños y originales ladrillos de chocolate comestible en diferentes colores, ya que no solo los ha hecho de chocolate blanco, con leche y puro, sino que también les ha dado color consiguiendo colores como el rosa, verde y azul.
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