Viaja ligero
Planea muy bien el equipaje que llevarás, revisa de qué puedes prescindir. Lleva zapatos cómodos y ropa adecuada para la temporada a la que vas. Pero intenta reducir al máximo, piensa que al regresar querrás traer cosas y tu equipaje aumentará varios kilos en peso, por lo que si no quieres dejar tu ropa en el aeropuerto, es mejor dejarla desde el principio. Si vas por un mes, piensa que puedes pagar por un lavado de ropa allá, y evita llevar una prenda por día. Medita si son realmente necesarios los zapatos de tacón o la plancha de cabello, no incluyas en la maleta lo que no estés segura de usar, especialmente si pesa o es estorboso.
Paga adecuadamente el transporte
En algunos países notarás que puedes entrar sin pagar un boleto, o que pareciera que nadie se da cuenta si no pagas tu pasaje, ¡pero evita hacerlo! Siempre hay guardias que pueden sorprenderte y las multas y el tiempo que te harán perder serán peores. Incluso aunque parezca que no pasa nada, es mejor que pagues en todo momento el transporte, sin importar lo caro que pueda parecer.
Investiga sobre tu destino
Antes de tu viaje, busca en internet sobre el lugar a donde vas, sobre la cultura, la historia del lugar, la gastronomía y los lugares que debes visitar. Puedes buscar películas realizadas ahí, o cuyas tramas se desarrollen en el lugar. Entre más conozcas sobre el sitio, más podrás disfrutar de tu viaje, además de que sentirás que el viaje ha empezado antes.
Mantente al pendiente de los pagos con tarjeta
Al igual que sucede en nuestro país, en algunos lugares pueden llegar a aprovecharse de que no hablas el idioma, o de que no estás conectada a internet y no tienes manera de revisar los cargos que te hacen. Revisa muy bien la cantidad que te han cobrado y no pierdas de vista tu tarjeta. En los establecimientos reconocidos es muy posible que no haya problema, pero en comercios de menor tamaño pueden llegar a hacerte pasar un mal rato si no prestas atención.
Siempre ten dinero disponible
Conforme avanzan los días, tu dinero irá disminuyendo: entre las comidas y el transporte, así como los regalos o las cosas que has comprado. Pero no olvides dejar siempre dinero para cualquier eventualidad, nunca sabes en qué momento puedes necesitar tomar un taxi de emergencia para no perder el vuelo, o tengas que pagar equipaje extra. Si llegas sin suficiente dinero a estas emergencias, pasarás un mal rato intentando arreglarlo. Del mismo modo, es mejor que vuelvas con un poco dinero en la moneda local que cambiarlo todo y al final darte cuenta de que todavía lo ibas a necesitar.