Cuando planeas viajar a Japónuna de la primera cosas que piensas es que verás a las Geishas, pero cuando estás allí te das cuenta que realmente es bastante complicado. En nuestro caso después de estar dos días dando vueltas por las calles del barrio de Gion en Kyoto sin dar con ellas decidimos que no nos íbamos a ir sin verlas, y para ello aquella noche buscamos en internet toda la información que pudimos encontrar sobre las Geishas. Normalmente la gente (como nos pasó a nosotros) van por las calles del barrio de Gion donde están los restaurantes con los famosos farolillos rojos, pero allí está el error. Por esas calles solo se pueden ver si coincide que estás en la puerta de uno de los restaurantes donde para el taxi para que entren a trabajar. Así que el día que las pudimos ver nos desplazamos hasta las calles menos turísticas donde están sus Okiyas (casas donde residen junto a otras Maikos y Geishas bajo el cuidado de su "madre" llamada Okasan). Una vez allí pudimos ver que es cierto que las entradas de las casas donde ellas viven están decoradas con el famoso farolillo blanco encendido y las tablillas con sus nombres. Fue impresionante el momento en el que las empezamos a ver aparecer una tras otra saliendo relajadamente de sus casas para coger los taxis. Pudimos fotografiarlas sin problemas aunque ninguna accedía a parase para hacerse una foto con nosotros. Pero llegó el momento más mágico de mi viaje a Japón, una niña japonesa que estaba al lado mío le pidió a una Maiko hacerse una foto con ella y esta accedió, después le pregunté si yo también podía y sin poder creérmelo me dijo que si. Fue impresionante poder observarla tan de cerca y poder así ver todos sus detalles. Como el día de antes leí tanto sobre ellas pude diferenciar cuales eran Maikos (aprendices de Gheisa) y cuales Geishas, ya que las primeras llevan ropas más vistosas, los peinados son un poco más sencillos, sus ojos van pintados en tonos más rojos, el blanco de la cara no llega hasta la raíz del pelo, únicamente llevan el labio inferior pintado de rojo y tanto las mangas del kimono como el fajin son bastante más largos que los de una Geisha pudiendo llegar hasta el suelo. Sin duda este momento tan bonito nunca lo olvidaré.
¿Qué os han parecido las fotos?
Mil gracias por vuestros comentarios y visitas y nos vemos el próximo lunes ¡Feliz fin de semana!
MAIKOS
GEISHA