Si pudiéramos recordar la cantidad de aparatos electrónicos que hemos tenido a lo largo de nuestra vida y nos decidiéramos hacer una lista de ellos, probablemente ésta ocuparía varias hojas en letra pequeña. Y tal vez, todos aquellos objetos hayan acabado sin más en la basura o como mucho, habremos reciclado solo alguna vez.
La sociedad de consumo continuamente adquiere nuevos aparatos de música, televisores, móviles, ordenadores, etc., porque a las grandes multinacionales les interesa claramente, crearnos de continuo nuevas necesidades y la sensación de que, lo que tenemos, ya no nos sirve, que se ha quedado obsoleto.Y como lo consiguen, cada vez es menor la vida útil de todo lo que compramos, especialmente si se trata de aparatos que incorporan algún tipo de tecnología. Necesitamos renovarlos cada cierto tiempo.
Sin duda, si nos detuviéramos a pensar realmente todo lo que esto conlleva, seríamos mucho más cuidadosos al desprendernos de ellos y probablemente los valoraríamos mucho más. Aunque solo fuera por el tipo de materiales que se usan para su fabricación, difícilmente biodegradables y altamente contaminantes, por no hablar de la explotación indiscriminada de los recursos de los países del tercer mundo, en los que en ocasiones, como en el caso del coltán, ha llegado a ser la causa de continuas guerras por el control de extracción y posterior comercio.
En definitiva, tenemos el deber moral, de cómo mínimo reciclarlos.
La mejor manera de reciclar, es alargar su vida útil todo lo posible, si estamos decididos a quitárnos de en medio, de la misma manera, que es frecuente la venta de carros usados, podríamos poner en venta este tipo de artículos, que se nos antojan ya desfasados y de escaso valor, aunque fuera a un precio simbólico o regalarlos, porque lo que ya no nos es útil a nosotros, quizás lo sea para otros con menos poder adquisitivo o menos esclavos de la fiebre consumista que parece habernos poseído a casi todos. Hacer esto solo nos llevará la molestia de perder unos minutos rellenando unas líneas en alguna de las muchas webs de anuncios clasificados de Internet.
Si el aparato no tiene realmente arreglo o no hemos podido desprendernos de él por otra vía, tengamos entonces la paciencia e informemonos detalladamente de cómo y dónde se lleva acabo el reciclaje de este tipo de objetos en nuestra zona, en vez de recurrir, como hacemos habitualmente, a esconderlos con el resto de la basura para que no nos estorben en la casa.