Cómo aplicar la ley Pareto en gestión de tiempo por Edward Azorbo
Todo buen profesional tiene una máxima clara: aprovechar al máximo el tiempo para sacar el mayor beneficio. La teoría es fácil pero ¿Cómo aplicarlo en la práctica? Sencillo, con la Ley Pareto 80/20.
¿En qué consiste la Ley de Pareto? Esta consiste en que con un 20% de nuestro esfuerzo, podemos conseguir un 80% de resultados.
Vilfredo Pareto es quien ingenió esta ley y se basó en el empirismo para ello. La mayoría de las situaciones de nuestra vida profesional, se pueden resolver mediante este principio. El kit de la cuestión es captar la esencia de esta premisa: gestionar de una forma óptima nuestro tiempo profesional, con el fin de obtener la máxima productividad.
Para ello, lo mejor es organizarse bien ¿Cómo organizo de la mejor manera mi tiempo? Creando un buen sistema de trabajo. Vamos a verlo?
Jerarquía de prioridades
Crear una pirámide de tareas, te ayudará a gestionarlas de una forma inteligente. Sitúa en la cúspide lo más urgente o prioritario (que no tiene por qué ser lo mismo) y en la base lo que puede esperar, al menos un tiempo.
Los descansos, con cabeza
Llevamos tiempo ante el ordenador y decidimos tomarnos un merecido descanso. Esto no es un error si lo hacemos de una forma inteligente: levántate y estira las piernas, aprovecha para tomar un tentempié mientras descansas la vista? Con 10 minutos cada dos horas puede ser más que suficiente. No tiene sentido que decidas tomarte un respiro y que para ello te pongas a cotillear en tu red social favorita o a leer un blog digital. Si haces esto sigues cansando tu vista y desconectas a un nivel muy bajo.
Crea tu propia jornada laboral
Si no trabajas de cara al público, puedes crear una jornada laboral a tu medida, en función de la franja horaria en la que estás más activo o que puedes disfrutar de un mayor silencio para concentrarte de verdad. Otra opción es alagar tu jornada laboral, me explico; en lugar de realizar un trabajo intensivo de 8 horas seguidas, realiza el trabajo en turnos de 3 horas. De esta manera, cada vez que retomes el trabajo, estarás fresco y ágil de nuevo.
Vamos por partes
No intentes hacerlo todo a la vez. Es un error creer que podemos realizar dos tareas simultáneamente o interrumpiendo una por otra y regresando luego a la primera. Lo mejor es acabar una cosa antes de comenzar con otra. Por mucho que nos acabe de llegar un correo electrónico o que nos entre una llamada al móvil, debemos ignorar esto hasta que no terminemos aquello que estamos haciendo. Tómate luego una hora sólo para contestar emails y llamadas, seguro que será mucho más eficiente que irlo haciendo sobre la marcha.
Delegando que es gerundio
Un buen profesional confía en otros buenos profesionales. Otros puntos de vista distintos al nuestro o una manera distinta de ejecutar tareas, pueden ser un soplo de aire fresco para nuestro negocio. Además, siempre se puede aprender de los demás. Delegar aquellas tareas menos importantes o en aquellas sobre las que no tenemos conocimientos profesionales, es la manera de poder centrarnos en nuestro propio trabajo.
Herramientas que trabajan por ti
Todo nicho o sector laboral, cuenta con herramientas que pueden ser muy útiles y reducir considerablemente nuestro tiempo de trabajo. Investigar, en este sentido, cuáles pueden ayudarnos a realizar nuestro trabajo en un menor tiempo e invertir en ellas (en el caso de ser necesario), es la mejor manera de ser mucho más productivos. Puedes encontrar un sinfín de ayuda en plataformas como organizadores de redes sociales, hojas de cálculo o un buen CRM.
Así que, para ser mucho más productivo con un menor tiempo de esfuerzo, aplica la ley Pareto 20/80 y gestiona bien tu tiempo: tu facturación aumentará de forma considerable. Además, tu salud emocional también lo agradecerá.
Por Edward Azorbo, Rebeldes marketing online