Científicos crean nano-robots que destruyen células cancerosas

Izquierda, ilustración de los nanorrobots. Las esferas rojas es la droga Dox anti-cancer. Derecha, fotografía de los nanorrobots tomada por un microscopio de electrones.
Izquierda, ilustración de los nanorrobots. Las esferas rojas es la droga Dox anti-cancer. Derecha, fotografía de los nanorrobots tomada por un microscopio de electrones. Yue Lu via North Carolina State University

La ciencia avanza a pasos agigantados, con tratamientos cada vez más efectivos y el cáncer podría ser más fácil de combatir de lo que se pensaba. Y es que científicos de las Universidades de Carolina del Norte y Chapel Hill han logrado inyectar nano-robots en el torrente sanguíneo que atacan a las células con cáncer.
El proceso comienza con una aleación líquida de galio e indio. Estos dos metales son sometidos a ultrasonidos que rompen la solución en gotas de unos 100 manómetros y oxidan su superficie. Los ligandos celulares de la solución se unen entonces a estas gotas y forman los nano-robots.
Aunque los nano-robots no destruyen el cáncer por sí solos, actuan más bien como portadores de un potente fármaco denominado doxorrubicina o hidroxildaunorrubicina (comercialmente llamado Dox o adriamicina). Dicha sustancia es utilizada en quimioterapia y es más efectiva inyectandola directamente a las células cancerosas por lo que aquí es donde entran en acción los nano-robots.
Infografía: Nature Communications
Infografía: Nature Communications

Cuando el nano-robot llega a la célula cancerosa, la acidez del interior de la célula destruye la pared oxidada del robot, liberando la droga y disolviendo la aleación. Además, los iones de galio resultantes de la reacción aumentan la potencia de la adriamicina. Lo más importante, es que no tienen ningún efecto negativo sobre las células sanas no cancerosas.
Para comprobar la eficacia de las nanopartículas, los investigadores las probaron en ratones con cáncer de ovario y pudieron observar que el medicamento fue muy eficaz destruyendo las células cancerosas. Los siguientes 90 días observaron que los ratones no presentaron efectos tóxicos del metal (aseguran que el cuerpo filtra el metal dentro de unos pocos días).
Los investigadores comentaron que “Se trata de una prueba de concepto muy esperanzadora. Al igual que los terminator de la ficción, este portador es transformable. Se puede fabricar fácilmente, se inocula en las células, se degrada y desaparece. Esperamos continuar con las pruebas con miras a comenzar los ensayos clínicos”.

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