Cuantas veces la cosí, cuantas veces la deje abrir, no escarmentar de los golpes, no mirar al suelo cuando tu mente se pierde entre las nubes, pero son mis nubes, en las que creo, y sólo unos pocos la ven y saben de ella.
Nubes que me costaron lagrimas de sangre alcanzar, y mas cicatrices, con heridas que no cerraran, pero que aprendí a mantener en la distancia. Maldita distancia que me lleva a las sombras y me permite ver su claridad con admiración y amor, pasión que desprendo por ella porque me demuestran día a día quién soy, por qué estoy aquí, y lo demás me sobra.
Me sobran risas faltas de significado y de expresión, me sobran miradas que no pueden ver más allá de sus pestañas, me sobran monólogos sin argumento, me sobran canciones sin ritmo, pasos sin rumbo, me sobran los focos de color que dan en mis ojos llamando mi atención para nada…Una vez, sequé mis lagrimas carentes de sentido, una vez más miré a mi alrededor y sentí su música, sentí y vi el silencio tan bello que da la amistad más allá de los caminos y las distancias…Una vez sé que soy yo, sé que quiero ser, sé donde quiero estar.