Entre sus muchos nuevos papeles, uno que pasa desapercibido es el papel de Hong Kong en el posicionamiento de China en la vanguardia de la tecnología innovadora. Gracias a los graduados bien entrenados de Hong Kong que están inundando el espacio inicial de China, China ha hecho avances impresionantes en tecnología. A su favor, China es el cerebro de muchas de las primicias mundiales en tecnología e innovación, como los trenes automáticos sin vías, las plantas de conversión de desechos en energía y los robots médicos. Curiosamente, muchas de las principales empresas tecnológicas de China, como SenseTime, Orbbecc y DJI, especializadas en la IA y la robótica, tienen sus raíces en los principales institutos de Hong Kong. Lo que tienen en común los fundadores de estas empresas tecnológicas líderes es que todos ellos se graduaron en las universidades de Hong Kong y establecieron sus negocios en China. Sus experiencias en la realización de investigaciones avanzadas compensan la ausencia de tales habilidades en la industria tecnológica china.
Los propios esfuerzos de China para estimular a los empresarios de la tecnología son en parte responsables del aumento de jóvenes talentos tecnológicos de Hong Kong. Mientras que las protestas alcanzaron su punto máximo en Hong Kong, las empresas tecnológicas de China abrieron nuevas oportunidades de prácticas en destacados centros de innovación como Shenzhen y Guangzhou. Además, en sus planes para la zona de la bahía, China propuso crear una agrupación económica vinculando partes de Hong Kong, Macao y las regiones urbanas del sur de China. Estos planes dependen en gran medida de los estudiantes de tecnología capacitados de Hong Kong.
Históricamente, la ausencia de controles de exportación en Hong Kong ayudó a China a obtener tecnología occidental. Hasta hoy, Hong Kong sigue sirviendo a este propósito. El año pasado, los funcionarios de EE.UU. expresaron su preocupación sobre el uso de Hong Kong como canal por parte de China para robar tecnologías occidentales sensibles y avanzadas. No sólo se ha explotado la relación única de China con Hong Kong, sino también las relaciones económicas especiales de Hong Kong con los Estados Unidos.
China tiene una preocupación a más largo plazo en cuanto a sus relaciones con Hong Kong. El gobierno chino teme que cualquier postura colectiva antigubernamental en Hong Kong ponga en peligro las grandes ambiciones de China en el país y en el extranjero. Mantener el sistema político actual de Hong Kong es crucial para el Partido Comunista Chino, ya que las fuerzas antigubernamentales pueden hacer caer la estructura de poder unipartidaria.Los perfiles de los que fueron arrestados por China este mes revelan estas preocupaciones. Uno de ellos, Jimmy Lai, es el fundador del periódico anti-establishment, Apply Daily. Además de liderar una publicación que ha condenado continuamente las acciones de China en Hong Kong, Lai también proporcionó apoyo financiero a las protestas pro-democracia. Otras figuras notables incluyen a ex legisladores como Martin Lee, Albert Ho, Leung Kwok-hung y Au Nok-hin. Martin Lee, comúnmente conocido como el padre de la democracia de Hong Kong, sentó las bases del movimiento pro-democracia.
Al detener a figuras pro-democracia de alto perfil, China está tratando de detener el flujo de “ideas occidentales”. Reclamar la estabilidad y la relevancia de un país, dos sistemas es parte de su estrategia para evitar que las protestas en Hong Kong dirijan la atención de los residentes del continente hacia temas controvertidos y les permitan cuestionar las acciones del gobierno. Dado que la mayoría de ellos eran legisladores, algunos consideraron que la represión era también un esfuerzo por debilitar a la oposición en las próximas elecciones legislativas.
Como centro de comercio marítimo internacional con proximidad a los mercados del sudeste asiático, Hong Kong facilita un enorme comercio entre China y los Estados Unidos, y Asia. Casi el 80 por ciento del negocio de transbordo de Hong Kong está relacionado con la carga china. Sin embargo, con el rápido aumento de los puertos continentales como Ghuangzhou y Shenzhen, el puerto de Hong Kong no sólo disminuyó en rango sino también en importancia para el continente. Pero con la expansión de la Iniciativa del Cinturón y la Carretera a diferentes partes del mundo, Hong Kong ha adquirido un nuevo e importante papel.
Una robusta industria naviera, junto con la economía libre de Hong Kong y su condición de centro financiero mundial, lo convierten en un vínculo indispensable en el BRI de China. Presta servicios relacionados con el transporte marítimo a 58 países situados en los corredores de la BRI y, por consiguiente, contribuye a profundizar las relaciones comerciales entre China y el resto del mundo. Para China, la reputación de Hong Kong como proveedor de servicios financieros de categoría mundial, como la inversión, la contabilidad financiera y la gestión de riesgos, puede disipar las dudas sobre la credibilidad de los proyectos de BRI. Si las instituciones financieras de Hong Kong colaboran con las de China para financiar los proyectos de infraestructura, puede servir como su principal vehículo de financiación y, al mismo tiempo, ayudar a atraer tecnología y dar al BRI un carácter mundial. Además, China ve el potencial de los profesionales del derecho de Hong Kong para prestar asistencia en las leyes internacionales relativas a los proyectos.
El sistema único de Hong Kong también es clave para los planes de China para Taiwán. Al mantener una presencia política en Hong Kong a través del modelo de un país, dos sistemas, China espera obtener un mayor control sobre Taiwán y tal vez extender un acuerdo similar que la unifique con la nación insular. Aunque el presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, descartó claramente un acuerdo de este tipo, la historia de China de utilizar tácticas económicas y expansión militar le da ventaja. Además, muchos países cortaron sus lazos con Taiwán con la expectativa de tener lazos más estrechos con China, dejando a la nación insular con sólo 15 aliados. Al esforzarse por salvar su relación especial con Hong Kong, China intenta centrar la atención de Taiwán en el sistema semiautónomo de Hong Kong, que concede a los hongkoneses ciertas libertades de las que no disfrutan los residentes del continente.
Los recientes arrestos de manifestantes pro-democracia revelan que China es implacable cuando se trata de salvaguardar su relación con Hong Kong. Pero igualmente importante es la continuidad de la fórmula de “un país, dos sistemas” que ayudará a China a conservar su control sobre la isla y a aprovechar al máximo las características únicas de Hong Kong para lograr sus propios objetivos en el país y en el extranjero. China ciertamente necesita a Hong Kong, pero por diferentes razones.
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