Esta dura etapa marcó muchísimo a Dickens, que en aquel momento contaba con doce años. La marca de estas duras experiencias prevaleció durante toda su vida, determinando claramente su obra. Pues al hecho de ver a su padre entre rejas, se unió la circunstancia de tener que dejar la escuela y trabajar en una fábrica de betún del Londres más marginal. Posteriormente, su padre recibió una herencia con la que pudo salir de la cárcel, y además sacar a su hijo del trabajo de la fábrica. Después de todo aquello volvió a la escuela y trabajó de escribiente para un abogado. Más tarde se haría reportero de tribunales.
En ese momento de su vida en que se encontraba en la cresta de la ola se casó con Kate Hogarth, la hija del redactor jefe del Evening Chronicle, con la que llegó a tener diez hijos. Tenía 25 años y estaba deseoso de escribir más, así que simultaneó el Picwick con Oliver Twist. Además, dando un gran giro a sus escritos, ya que pasó de la comedia al melodrama. Oliver Twist quedará para siempre como una gran obra donde se retrata claramente la imagen de la infancia maltratada. Aunque la novela va más allá de las propias desventuras del protagonista, ya que también se ven representados en ella personajes del submundo londinense como Fagin o Sikes. En esta parte de la obra se describe ni más ni menos que el rostro del mal.
Paralelamente a su gran ritmo de trabajo su matrimonio con Kate se fue deteriorando con el tiempo. En 1848 el matrimonio se rompió, y Kate se mudó a otro domicilio. Lo que provocó un escándalo en la mojigata sociedad victoriana. De hecho, el escritor perdió algunas de sus amistades, aunque su público ni se inmutó y le fue fiel hasta su muerte. Por otro lado, hay que decir que según algunos especialistas en su biografía la relación clandestina que tuvo el escritor con la joven actriz Ellen Ternan pudo haber influido en mayor o menor medida para que se produjera la separación definitiva del matrimonio. En cualquier caso, hacia el final de su vida debía mantener tres casas: la suya, la de su ex mujer y la de su amante actriz. En el año 2013 se estrenó una película basada en este amor oculto de Dickens llamada La mujer invisible (The invisible woman).
En 1860 volvió a crear una obra que bebía de las aguas de su infancia, Grandes Esperanzas, protagonizada por Pip. Quien al igual que David Copperfield cuenta su vida en primera persona. Esta novela es para muchos una de las más equilibradas de la bibliografía de Dickens. En esta época el escritor fue envejeciendo más rápidamente, a la fuerte presión económica de mantener tres casas había que sumarle la pérdida de algunos seres queridos como su hermano y su madre o el escritor William Thackeray. Su salud fue mermando con el tiempo, aunque no sus energías por seguir escribiendo y por seguir cautivando a su público en grandes auditorios, en los que él mismo dramatizaba sus elogiadas obras. Finalmente, cuando aún no había terminado de escribir la que sería su última obra, que dejó inconclusa, una novela donde abordaba el género de suspense. murió de un ataque cerebral a los 58 años.
Fuente: Galería de clásicos de la revista Qué leer del año 2008.
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