CARTA A UN INDEPENDENTISTA
Llegué a Cataluña en el año 1970, es decir, soy más catalán que todos los que nacieron o llegaron después de este año; es lógico, la he amado durante más tiempo y en ella he sembrado la semilla de mi descendencia.
Aquí nacieron mis dos hijas, mis dos yernos, mis tres nietos y uno (o una) que viene de camino y que también lo hará en esta maravillosa tierra.
Me siento y considero tan catalán como el que más, por derecho propio y por haber dejado en esta tierra la friolera de 40 años de mi trabajo como directivo de una empresa alemana, con lo que significa de productividad e impuestos.
Al sentirme profundamente catalán, me siento profundamente español y por tal motivo haré todo lo que esté en mi mano y que me dicte mi conciencia para no dejar de ser ni catalán ni español.
Tengo aquí familiares y amigos independentistas muy queridos a los que les sugiero no se dejen arrastrar por sus sentimientos y antepongan a ellos la razón, que siempre es la que pone las cosas en su sitio.
Dicho esto, os propongo la reflexión y que no dejéis de emitir vuestro voto en perfecta conjunción con vuestros razonamientos.
NO ENMUDEZCAS.
JJRME (Terly)
(Barcelona 19/09/2015