Dentro de la escala de instrumentos es un idiófono percutido, aunque puede producir otros sonidos con soplos secos en la boca. En el folklore de la música español se utiliza dentro de las rondallas, pasacalles y grupos de baile que han desaparecido en varios lugares.
Tanto en Hispanoamérica y en México aún es muy popular utilizarlo, al ser un instrumento de percusión que se ha extendido en Tixtla Guerrero, Mixteca, Costa Chica de Guerrero y Oaxaca. Adecuado para acompañar a los sones, chilenas, parabienes, gustos, jarabes oaxaqueños, gustos, minuetes y fandangos mixtecos de Puebla. Siendo la mayor o menor cantidad de agua la indicada para que se afine el instrumento en el tono que se desea.