CAMINO DE SANTIAGO: SARRIA-MORGADE. (CAMINO FRANCÉS)

Bueno ¿de vuelta de las vacaciones? ¿cómo han ido?, espero que bien.

Hoy quiero comenzar con la primera entrada de mi diario en el camino. Espero poder transmitir (un poquito) todo lo que viví día a día durante los 10 días que duró mi andadura...

17 junio 2015
Llego a Sarria a las 09.08 de la mañana. El viaje en tren desde Barcelona muy bien. Viajé en coche cama y la verdad que muy cómodo.

Nada más pisar Sarria y cuando me disponía a salir de la estación, me topé con una chica que me dijo:

¿Vas a hacer el camino?

-La miré sorprendida y un poco desconfiada (a ver que me irá a pedir...). Sí.

¿te puedo acompañar un trozo?.

-Mi respuesta inmediata fue siiiiiií, ¿cómo te llamas?

Rosa.
-yo Silvia, ¿de dónde vienes?
de Barcelona
-yo también!!
pero vivo en Banyoles...

Fuimos a desayunar, yo me pedí una tostada con aceite y un café con leche de avena ecológica (a ver cuánto me cobran por la pijada...), fueron 2,25€, sorprendida y agradecida, obtuve mi primer sello del camino.

Tomamos camino y cuando llevábamos unos 20 minutos oímos:
-nooooo, que por ahí no se vaaaa, una señora desde el balcón de su casa nos grita que nos estamos desviando del camino.
Nos habíamos pasado y la señora desde su casa nos alertaba del despiste. ¡Qué amabilidad!.
Retomamos el camino y seguimos conversando.
Rosa estudió hostelería e impartirá este verano clases de cocina a niños. Le encanta la cocina, ¡qué casualidad!, ¿verdad?.

Cuando nos queremos dar cuenta ya hemos llegado a Vilei, obtenemos el segundo sello y compramos agua (se me debió olvidar en casa...). Seguimos andando y llegamos a Barbadelo, el albergue municipal está cerrado y queda una hora y diez minutos para que lo abran..., averiguamos cual es el siguiente pueblo con albergue (Mercado da Serra) y decidimos continuar. Llamo para reservar una litera ¡Ningún problema! continuamos el camino...

Me sudan las manos muchísimo y enseguida aparece una ampolla en el dedo gordo de la mano derecha. También me cambio el calzado porque tengo los pies empapados en sudor, (regla de oro si no quieres que te salgan ampollas).
subidas, bajadas, riachuelos, verde, verde, verde, personas en el camino...

Qué paz se respira, me siento feliz. Seguimos hablando de nuestras cosas mientras esperamos que aparezca el albergue...
Nos encontramos en el camino a un señor que nos invita a visitar la iglesia de Barbadelo, así lo hacemos. Obtenemos nuestro tercer sello.

Iglesia Bardaledo
Continuamos el camino, comentamos que no debe quedar mucho para llegar...
Seguimos andando, andando, andando... cuando llevamos un buen rato, busco mi ubicación en google y compruebo que estamos cerca de Leimar ¡nos hemos pasado el albergeue!!!! socorrooo.
Encontramos a un señor que nos indica que el próximo albergue lo encontraremos a 3 km ¡¡noooo!! uf!! yo no puedo andar tantoooo, mañana mi cadera me pasará factura. El primer día y ya empiezo muuuy mal...
Muy preocupada y sin otra opción, sigo caminando junto a Rosa sin ningún sitio donde poder parar a comer, encontramos subidas pronunciadas y pendientes (para mí) interminables.

VISTAS DESDE EL ALBERGUE MORGADE
Finalmente, ocurre el milagro y aparece el albergue Morgade. El chico muy amable nos indica que no quedan literas y que tendrán que ser camas. Elegimos una habitación con dos camitas y lavabo compartido por 29€.


ALBERGUE PRIVADO MORGADE_CAMINO DE SANTIAGO
Dejamos nuestras cosas en la habitación y nos tomamos una cerveza fresquita mientras reposamos.

Para comer pedimos una ensalada mixta (con productos de la huerta) con la caña 7€.



Me ducho y lavo mi ropa (hacía tiempo que no sudaba tanto). Pasamos la tarde descansando (cada una elige su sitio) y más tarde cenamos y nos acostamos pronto, mañana nos queda nuestro primer día en solitario...Este es el relato de mi primera etapa del camino, para mi una etapa muy especial ya que fue la primera. Me ayudó a "romper el hielo" y siempre la recordaré con mucho cariño. Espero volver a ver a Rosa, un encanto de chica.

Creo que no existen las casualidades y que todo ocurre por algo, ella fue la mejor persona que debía encontrarme ese día y desde el primer momento y todo e ir a otro ritmo, decidió quedarse conmigo y acompañarme en la primera etapa.

Te envío un beso Rosa. ¡Buen Camino!
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