No pocas veces me comí un árbol de frente, o a punto de romperme un diente en una de las muchas caídas en las bajadas del pueblo de mi madre en Huesca contra un bancal.
Si en los 80 hubieran existido los móviles como ahora, la red estaría plagada a reventar de caidas en bicicleta divertidas y desternillantes.
Eso sí, en este vídeo debo dudar de si son divertidas o de miedo, porque algunas hostias son aterradores, dan más susto que risa, bueno, de todo, a disfrutar !!