¡Hola!
Este domingo nos hemos ido de merienda con unos amigos al café de Hello Kitty. Emma y yo llevábamos mucho tiempo queriendo ir (es que somos fans), y a pesar de la lluvia nos hemos decidido a coger el tren e ir hasta el centro de Londres para pasar una dulce tarde en buena compañía… ¡¡Qué ilusas!!
Más que comer, me gusta ser crítica con lo que como y más que eso no me gusta malgastar mi dinero, por lo tanto sólo puedo definir esta elección con una palabra… ¡¡¡¡ERROR!!!!
Empecemos por el principio… a un café de Hello Kitty van también menores. La ubicación de este café no es acertada, se encuentra en el Soho y hay demasiadas sex shops pegadas al local (menos mal que estos niños no se han enterado de nada). Fallo número 1.
Una vez dentro, pedimos unos trozos de tartas, un moka, unos zumos y un té matcha. Las bebidas no estaban malas pero las tartas tienen delito…
El bizcocho era bastante jugoso pero la cobertura y el relleno han sido una mala experiencia, mantequilla pura, ¡¡¡¡ha sido como comer a cucharadas una tarrina de margarina y de las grandes!!!! Fallo número 2.
Ahí no queda la cosa, los precios… cada pedazo de tarta 5, 5 libras!!! (casi 7 euros de margarina) y las bebidas tampoco fueron baratas casi 4 libras por cada bebida… No way!! (mi moka vino infinitamente sólo, sin una triste cucharilla) Fallo número 3.
Respecto a la decoración, era bonita, pero esperábamos más… algo un poco más kitty, no más bien, ¿hello, dónde está la gata? Un par de vinilos en los cristales, un poco de merchandising en una estantería y un par de lazos por el suelo, that´s it.
Resumiendo, una decepción, menos mal que en cuestión de compañía siempre acertamos
Graciñas, Gracias & Thank you!!