Pedro Romero Mendoza
Un soneto de mi padre a la ciudad que nos vio nacer
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CÁCERES
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Abrazado de luz en el estío,
como un incendio de rojizas llamas
son tus cúpulas, torres y espadañas
anhelos inmortales de infinito.
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Del arte y la belleza es tu recinto,
expresión singular, eterna brasa;
surges, como un ensueño, de las ascuas
y buscas en la altura tu delirio.
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Desde el furor liviano de la aurora
hasta el claro surgir de las estrellas,
estás cómo soñado a todas horas.
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Todo es luz hechizada, misteriosa
cayendo a borbotones en tus piedras,
¡Testimonio sin par de tu grandeza
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PRM.
https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Romero_Mendoza