El origen volcánico de Santorini (y las islas vecinas) ha dado lugar una costa recortada repleta de pequeñas calas encajadas entre salientes rocosos, lo que les da un aire de privacidad e intimidad muy demandado en vacaciones.
La belleza de sus playas de la isla de Santorini convive con las laderas que las escoltan. Sobre ellas resaltan las fachadas de piedra blanca y remates azules que acogen a las familias de la isla. Una pequeña motocicleta es lo más recomendable para llegar hasta el último rincón de Santorini desde donde avistar tarde tras tarde la puesta de sol.
Imágenes: wolfgangstaudt, klearchos, jurvetson,antoniocastagna/flickr
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