ES DIFÍCIL IMAGINAR QUE WILLIE Y JOE SEAN VIEJOS. Pero si estuvieran vivos hoy, y fíjense, Bill Mauldin nunca ha anunciado sus muertes aunque no las haya dibujado en años, estarían llegando a los 70, como el propio Mauldin, y sospecho que no habrían llevado vidas muy agitadas desde que volvieron de Europa al final de la Segunda Guerra Mundial.
El Willie y Joe que recuerdo -barbudo, con los ojos hundidos, sin sonreír y de alguna manera tanto heroico como trágico- se veían más viejos y tristes que los soldados que encontré en Vietnam a fines de los años 60, y de hecho los soldados de Corea y Vietnam eran mucho más jóvenes en promedio. Tal vez por eso Mauldin tuvo el buen sentido de no traer a los dos soldados más famosos de América de vuelta al ejército en esas guerras. Dejando a Willie y Joe sin ser molestados, consiguió que no tuvieran edad.
“Sabes, había planeado matar a Willie y Joe el último día de la guerra”, recordó Mauldin cuando lo visité en su casa en Santa Fe, Nuevo México. “Eso es lo que todo soldado teme, que lo maten el último día. No estaba seguro de cómo iba a hacerlo. Lo más probable es que hubiera tenido un proyectil en su trinchera o que los hubiera cortado una ametralladora. No habría sacado sus cadáveres. Sólo habría mostrado su equipo con sus nombres en él, o algo así”.
Mauldin pensó que era mejor advertir a Bob Neville, el editor de Estrellas y Rayas , de su inminente muerte. Neville nunca había rechazado uno de los dibujos de Mauldin, pero esta vez dijo, “No lo hagas. No lo imprimiremos”. Neville pudo haber sido la única persona -editor o general- que consiguió que Mauldin se echara atrás. “Al final creo que funcionó bien”, dijo, “pero todavía hay veces que me gustaría haberlo hecho. Habría sido algo muy dramático”.
Cuando la guerra terminó, Mauldin trajo a Willie y Joe a casa con él. Los afeitó, los puso en traje de civil y les encontró trabajo en una gasolinera. “Eso duró tres o cuatro semanas”, recuerda. “Entonces dije: ‘Al diablo con eso”. Mauldin no se sentía cómodo dibujándolas sin barba. Ya ni siquiera sabía quiénes eran realmente. Y para horror de su sindicato, Willie (que había aparecido en la portada de la revista Time en junio de 1945) y Joe se desvanecieron en la oscuridad. Salvo por haber aparecido en los funerales del general George Marshall en 1959 y del general Omar Bradley en 1981, las dos caras de perro que habían hecho rico y famoso a Mauldin antes de su 23 cumpleaños no se han visto desde entonces en una caricatura de Mauldin.
Para encontrar a Bill Mauldin hoy, se conduce desde Santa Fe a unos pocos kilómetros por el Old Santa Fe Trail, y se sube la colina hasta el desvío cerca del Museo Antropológico. Son 10…
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