Como uno de los eslóganes que los partisanos italianos cantaron en su lucha contra las fuerzas fascistas de Mussolini en la Segunda Guerra Mundial, la pegajosa melodía ha pasado a la historia. La letra representa la oposición a los “invasores”, convirtiéndola en un himno de resistencia a la opresión.
Sin embargo, tampoco fueron los guerreros quienes produjeron la canción, sino que la adaptaron de canciones convencionales. Hay dos razones para ello: una afirma que la creación de la música judía ashkenazi es producto de Bella ciao, mientras que la otra se remonta a las canciones que cantaban las mujeres mientras trabajaban en el campo.
La teoría de que la canción proviene de la música ashkenazi sugiere que fue un acordeonista de Ucrania quien emigró a los Estados Unidos y grabó la primera versión de la canción en el país americano, y que, al regresar a Europa, los inmigrantes italianos la difundirían más tarde por toda Italia. La otra propuesta, la de las mujeres que cantaron las melodías que darían origen a Bella ciao, afirma que los primeros precedentes fueron acuñados por los que cultivaban los arrozales del norte de Italia.
Sea como fuere, Bella ciao se convirtió, y permaneció así durante décadas, en un símbolo antifascista cantado por los partisanos del IIGM. Aunque la primera versión de Bella ciao, como se conoce hoy en día, se documentó en los años 50, con el surgimiento de los movimientos de trabajadores y estudiantes, adquirió mayor importancia en la siguiente década. En este sentido, las versiones de la canción fueron interpretadas por músicos italianos, pero también por músicos franceses y españoles, y el himno partidario cruzó el charco hacia Argentina o Chile con una versión de Quilapayún. A partir de entonces, otros grupos musicales con tintes políticos radicales, como el Talco italiano, los Argies argentinos o el Boikot español, hicieron sus propias versiones del disco.
Sin embargo, con la serie La casa de papel, que la incluye en varios puntos destacados de la serie que reflejan la oposición al régimen, la canción se hizo popular en todo el mundo. Incluso Najwa Nimri, una de las actrices que da vida a un personaje en la tercera temporada, tiene versiones del himno. Bella ciao se ha elevado aún más a través de las protestas en todo el mundo desde su inclusión en la producción.
Ya se ha escuchado en las calles de Argentina contra el gobierno de Macri y, más recientemente, en las protestas en Italia contra la Liga de Matteo Salvini, en las protestas en Chile y en Colombia contra el gobierno de Iván Duque, en las que el coro popular se transformó en “Duque chao”. Las demandas feministas en España o Argentina también se incluyeron en las versiones.
El himno que los partisanos italianos de mediados del siglo XX elevaron nunca huyó de los movimientos de izquierda. Hoy, sin embargo, después de La casa de papel, la canción se ha vuelto universal, convirtiéndola en una canción más que algunos siguen proporcionando gran material reivindicativo y otros ignoran su politización.
La revolución democrática detrás de La casa de papel “para expandirse”.
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