Lo cierto es que esta última temporada empieza cambiando los roles de la mayoría de sus personajes principales, dándoles nuevas tramas que pueden descolocar a un espectador que no sabe por donde van a ir los tiros. Aún así, conforme avanzan los capítulos y Dwayne Johnson gana protagonismo, el camino se despeja dando paso una moderada pero certera crítica a los altos estamentos de este deporte, y enrutando a sus protagonistas a un desenlace parcialmente cerrado, que al menos consigue que no nos arrepintamos de haber invertido nuestro tiempo en una serie amena, y correcta en líneas generales.
Mi puntuación: 6/10