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Por: RedacciónLas Islas Baleares son uno de los destinos más populares fuera y dentro de nuestras fronteras en cuanto al turismo de borrachera se refiere. En algunos países como Inglaterra, se ha convertido en todo un ritual celebrar el cumplimiento de la edad adulta pasando un fin de semana con los amigos en España, dónde Magaluf, Ibiza y Palma son las ciudades preferidas a la hora de atiborrarse de alcohol y practicar el balconing, que tan famoso han hecho precisamente los ingleses.
La venta de alcohol a un precio global, excursiones etílicas, los famosos party boats que recorren el litoral balear o los autodispenadores de alcohol son algunos de los atractivos que atraen a este tipo de turismo y, que desde el viernes pasado, quedan prohibidos y limitados tras la aprobación por parte del Govern Balear de un Decreto Ley pionero en Europa.
Multas de hasta 60.000 € y la expulsión de los hoteles para aquellos quienes practiquen balconing, prohibición de la publicidad referida al consumo de alcohol en los tres principales focos turísticos del archipiélago (Playa de Palma, Magaluf y el West End de Sant Antoni), el fin de las concesiones para los barcos dedicados a las fiestas en alta mar y el veto de embarcar y desembarcar pasajeros a los botes que ya cuentan con licencia hasta la regulación de la actividad en un plazo esperado de 24 meses, la prohibición de las ofertas 2x1, 3x1 y happy hour, así como los autodispensadores de alcohol y la venta de bebidas alcohólicas en tiendas entre las 21:30 y las 8:00 horas, son las principales medidas que recoge el Decreto Ley aprobado el pasado viernes por el Consell del Govern Balear, que busca fomentar el civismo, adoptar medidas de protección del destino y evitar los excesos derivados de un consumo excesivo de alcohol en determinados lugares del territorio insular.
Por otro lado, las bebidas deberán cobrarse a un precio unitario, sin posibilidad de promoción alguna, y en los hoteles y restaurantes sólo se podrá ofrecer hasta tres bebidas alcohólicas por persona durante la comida y cena. A su vez, la organización, venta y publicidad de las excursiones etílicas conocidas como pubcrawling, en las que se promueve un recorrido alcohólico entre los bares y discotectas de la zona, queda prohibido.
Se trata de la primera norma que se adopta en toda Europa que restringe la promoción y venta del alcohol en determinadas zonas turísticas. Las Islas Baleares son pioneras en combatir el turismo de excesos. Una norma que se mantendrá en vigencia durante los próximos cinco años y que respetará los contratos ya firmados entre hoteles y turoperadores evitando así la inseguridad jurídica que ésta pudiera provocar.