El nombre de la casa se debe a la fuente de inspiración del arquitecto polaco, el escritor israelí Etgar Keret. Szczensy pensó que sin lugar a dudas él sería el inquilino perfecto ya que se caracteriza por escribir historias muy cortas.
Como se observa en la siguiente fotografía del diseño, la vivienda tiene forma triangular y sorprendentemente tiene dos plantas en las cuales se aloja un dormitorio, un baño, un comedor y una sala de descanso. ¡Increíble!, ¿verdad?
La casa está emplazada entre dos edificios y se ha convertido ya en toda una atracción turística. Divertida para unos, claustrofóbica para otros, lo único cierto es que esta casa no deja indiferente a nadie.
¿Te gustaría vivir en una casa así?
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