Sin embargo últimamente echo de menos parar, pararme a disfrutar de cada uno de esos momentos porque la vida me come. Los días, las semanas, los meses vuelan... y yo no me paro a disfrutar de cada detalle.
Cambiar ésto es (otra vez) mi propósito del nuevo curso, porque aunque el beso de buenas noches a mis cachorritos es uno de los mejores momentos del día, hay días que hasta eso me resulta estresante por todo lo que me queda aún por hacer antes de que acabe el día, así que, éstos son los consejos que me (os) lanzo para aprender a coleccionar momentos.
- Disfruta de cada momento como si fuera el último, haz las cosas con más calma, sin esa sensación continua de "tengo que terminar ésto para empezar con aquello", a lo que llegues, llegas, lo demás ya se hará (o quizá no, no seas tan exigente contigo misma)
- Aprende a pararte a mirar lo que te rodea, a disfrutar de lo que haces porque te gusta hacerlo, y porque te gusta hacerlo bien.
- Llénate de proyectos porque te dan vida, pero no seas ambiciosa, que no sean tus ilusiones lo que llegue a agobiarte (Ana, estás escuchando ésto? Pues aplícate el cuento!)
- Olvídate de las cosas que no te aportan nada, eliminándolas tendrás más tiempo para ti y los tuyos. (De verdad es tan importante ver en Instagram o en Snapchat la vida de esa maravillosa chica?)
Intentaré volver a hacer un post sobre gestión del tiempo (como estos que hice aquí o aquí) para contaros cómo organizo mis días para poder llegar a ésto.
Fuentes: Thesimplyluxuriuslife, blog.brika.com, blog.lauraashley.com, blog.madewell.com, lovelydesign, coffe-mood.livejournal.com, inspiredbythis.com
Y colecciona momentos, esos que hacen que tu vida sea maravillosa...
Fuente: este post proviene de Hendaye Style, donde puedes consultar el contenido original.
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