Como decíamos, y pese a una brillante primera entrega, no echaremos en falta una serie que en esta tercera temporada repite errores pasados y hace uso otra vez del mismo hilo narrativo central que lleva tejiendo y alargando cansinamente tantísimos capítulos. Por suerte las tramas paralelas y los flashbacks, que casi podrían funcionar de manera independiente, generan una intriga lo suficientemente atrayente como para mantener nuestro interés a regañadientes durante diez episodios con momentos destacables, sobre todo a nivel visual, aunque carentes de épica. Sea como sea, y llegados a este punto de un camino de tres años, sacrificaremos algún animal salvaje para que los dioses escuchen nuestras plegarías y nos ofrezcan una despedida que no nos deje a medias.
Mi puntuación: 5/10