Un día conoceré Los Angeles, caminaré por el muelle de Santa Mónica, nadaré en Malibu, veré el atardecer y las luces destellantes de la ciudad desde el observatorio Griffith, me divertiré en Disneyland, me tomaré fotos en el paseo de la fama con la estrella de los Backstreet Boys y el letrero de Hollywood, asistiré a un concierto y pues bueno, ya es demasiado pedir pero conoceré a los Backstreet Boys, mis ídolos por siempre, aunque no los únicos debo confesarlo, quienes me llevan con su música a un plano paralelo en el que todo es perfecto, posible y maravilloso, donde las notas, las melodías y sus letras me hacen sentir de una manera indescriptible.
Tal vez no tengo dinero, y ya no haya ni vuelos desde mi país, pero ese sueño siempre estará ahí hasta el final de mis días, podre pasar por días oscuros en los que crea que no veré luz y pensar que mis sueños son imposibles, pero siempre, siempre, mantendré ese sueño en mi imaginación. Quizá un día cuando llegue mi lecho de muerte o una muerte intempestiva me lo llevare conmigo, pero mientras permanezca en este plano terrenal, siempre lo mantendré en mis esperanzas de vida. No todos cumplimos nuestros sueños pero eso no impide que los tengamos siempre presente en nuestros corazones. Hoy, podré tener el corazón roto pero eso no me impide que crea en un imposible; hoy mañana y siempre lo llevaré conmigo a donde quiera que vaya.