Todo esto sería un cómico punto a favor si la película no se tomara demasiado en serio a sí misma, con momentos dramáticamente trascendentales en contraposición a exacerbados comportamientos por parte de dos inaguantables secundarios caricaturizados por Jones y Busey. Lo más grave es que la acción es intermitente, confusa y está mal dirigida, provocando altibajos constantes de ritmo, y en consecuencia en la diversión. Con mucho dolor en nuestros corazones, y a riesgo de que Steven nos busque para vengarse, dentro del mítico cine de acción casposo donde el guión es lo de menos, existen opciones mejor realizadas, mucho más divertidas y que el paso de los años no les ha sentado tan mal.
Mi puntuación: 4/10