El primero de ellos es de orden aerodinámico y más concretamente en la forma en la que el ala entra en perdida. Según la geometría alar la perdida progresa desde un punto y avanza hacia el resto del ala, mientras que en el caso de las elípticas la perdida se produce de forma simultánea en todo el plano.
El segundo inconveniente, sobre todo si la estructura es de madera, es que un ala elíptica presenta una doble curvatura a lo largo y ancho de su superficie, lo que puede dificultar la construcción.
Para solventar en parte estos problemas y poder aprovechar las ventajas, los diseñadores han optado por soluciones en forma de plantas semi-elípticas en las que el borde de salida o más habitualmente el de ataque son rectos o bien un tramo central es de cuerda constante mientras que solo las puntas son elípticas.
Las operaciones para calcular la superficie, cuerda media o el alargamiento, deben hacerse teniendo en cuenta que la superficie está formada por polígonos y elipses de formas distintas cada uno con sus propias reglas de cálculo.
En el caso de las alas con un tramo de cuerda constante, puede aplicarse la expresión:
Sa= Cr*0.913*E
Aunque como se ha dicho antes, también puede hallarse la superficie de la zona poligonal y después el área de la elipse.
Otra solución interesante es la adopción de plantas "Multitrapezoidales" que no son verdaderamente elípticas y que sin embargo reúnen todas sus ventajas y casi ninguno de sus inconvenientes, decimos casi porque este tipo de planta es casi tan compleja en su construcción y concepción como su alternativa elíptica.
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