Su nombre clave es Maveric, el cual combina el ala y la carrocería para producir menos resistencia aerodinámica al tiempo que permite interiores de cabina más espaciosos.
No obstante, Airbus, desde junio de 2019, realiza vuelos de prueba de la aeronave comercial en una ubicación secreta en el centro de Francia Con 2 metros de largo y 3 metros de ancho.
Maveric es un demostrador de aviones a pequeña escala, controlado a distancia.
En el interior, una configuración espaciosa abre el espacio de diseño, lo que permite la posible integración de varios otros tipos de sistemas de propulsión.
“Así que tuvimos que demostrar que estaban equivocados al manifestar que podíamos ofrecer una base muy sólida para la configuración futura de la aeronave”.
Motor ‘blindado’ reduce el ruido
Se espera que el ruido se reduzca significativamente gracias a un motor ‘blindado’ que está montado sobre el cuerpo central.Un diseño de cuerpo de ala combinado que también permite un diseño de cabina más cómodo y a los pasajeros beneficiarse de espacio adicional para las piernas y pasillos más grandes para una mayor comodidad personal.
En airbus, entendemos que la sociedad espera más de nosotros en términos de mejorar el desempeño ambiental de nuestra aeronave”, agrega Bérard.
“La configuración combinada del cuerpo del ala de Maveric es un cambio de juego potencial a este respecto, y estamos ansiosos por llevar la tecnología al límite”.
Las pruebas continuarán en Maveric hasta mediados de 2020, mientras que Airbus estudia cómo funcionaría la cabina y la aeronave podría integrarse en los aeropuertos.
Muchos retos que superar
Según Jean-Brice Dumont, responsable de ingeniería en Airbus, “necesitamos tecnologías disruptivas para lograr nuestros retos ambientales. Esta es la próxima generación de la aviación; estamos estudiando una opción“.Aunque en otros aspectos este diseño no ha tenido éxito en el pasado, debido especialmente a la complejidad de pilotar estos aviones.
Sin embargo, las mejoras en los materiales y la potencia de proceso que permiten asistir a los pilotos en vuelo hacen que ahora estos desarrollos puedan tener sentido.
No lo harán de forma inmediata, no obstante, el propio Dumont explicaba que este tipo de aviones de ala integrada podrían contribuir a la próxima generación de aviones comerciales que se espera llegue en la década de los 2030.
Popular en aviones militares
El uso de este tipo de diseño ha sido especialmente popular en aviones militares como el citado bombardero B-2 o el imponente Lockheed SR-71 Blackbird que también aprovechaba el concepto, aunque de forma menos pronunciada.Hay otras dificultades adicionales. En primer lugar, su integración en aeropuertos podría ser problemática, algo que también afecta por ejemplo a los Airbus A380 por su envergadura.
En segundo lugar, ese diseño también plantea retos en caso de emergencia a la hora de colocar las salidas de emergencia del avión.
¿Serán ideales para pasajeros?
En tercero y más importante probablemente estaría la propia experiencia de los viajeros, que en muchos casos tendrían que sentarse en asientos sin ventana al exterior.El diseño de proa invertida de la nueva fragata de la marina francesa es un desafío a siglos de ingeniería naval.
El diseño desde luego es sorprendente y llamativo, pero Airbus deberá dar respuesta a todos esos retos en los próximos años.
Hay quien de hecho plantea que este tipo de aviones no son ideales para el transporte de pasajeros, y Boeing de hecho valora ese diseño como un formato válido, pero para transporte de mercancía.
Este fabricante ya desarrolló el X-48 en colaboración con la NASA, y parece que sigue investigando también este tipo de diseños como opción de futuro, publicó Reuters.
También puedes leer: La tecnología LG ThinQ muestra una idea del futuro de la moda y la alimentación