Estamos, pues, ante la denuncia de una industria de consumo masivo en plena era de internet y las redes sociales. Los abusos y la explotación sexual de la mujer están a la orden del día, lo que a nadie debería sorprender pese a lo poco que se habla de ello. La exposición de los hechos es casi perfecta; la actriz cabecera del elenco, Hayley Squires, impresionante de principio a fin; Rupert Everett, irreconocible e impecable en su papel mezcla de Hugh Hefner y Larry Flint. Entonces, ¿qué haría falta para acabar de redondear el trabajo?, pues más leña al mono, menos complejos y un extra de mala leche y osadía. Quizá el formato televisivo convencional no es el medio adecuado para lides de este pelaje tan espinoso. De todas las maneras, nos quedamos con las bondades y los aciertos, que son muchos.
Puntuación @tomgut65: 7/10