El verano, que precisamente empieza hoy, es la época perfecta para reencontrarnos con la lectura. Más tiempo libre, horas de siesta y actividades que no requieren de nuestra plena atención favorecen que tengamos más tiempo para leer. Durante las noches en las que es imposible dormir por el calor, un libro es un compañero fantástico, igual que en los trayectos en tren y avión :)
Uno de mis planes de este verano es leer mucho, y espero que también sea el vuestro, por eso he querido invitar a alguien que sabe mucho de literatura para que nos recomiende esas lecturas imperdibles para estos meses: Patricia, de Reportera Literaria. Hace un tiempo participé en su blog contando cuáles han sido los libros que más me han hecho cambiar mi forma de pensar y de ser, y hoy es su turno. ¡En su blog encontraréis muchísima inspiración para vuestras próximas lecturas! Os dejo con ella
Lecturas para el verano 2017: la selección de Patricia, de Reportera Literaria
Una de las imágenes más representativas de la lectura en verano es imaginarnos a nosotras mismas en una tumbona situada en primera línea de playa, las gafas de sol y un libro en la mano. Muchas ya estamos en búsqueda y captura de lecturas que nos hagan más llevadero el calor de esta estación y, de hecho, ya rondan por Internet cientos de listas con recomendaciones que meter en nuestras maletas.
Hace un tiempo, cuando Gemma me invitó a escribir un post sobre lecturas para el verano, estuve pensando sobre qué me gustaría encontrar a mí en uno de estos listados y llegué a las siguientes conclusiones: evitar en la medida de lo posible las novedades editoriales; no recurrir a lecturas ligeras por el hecho de que, simplemente, estamos en verano (ya tuve una experiencia que no me satisfizo el año pasado); y sobre todo, no leer en esta época del año algo que tampoco leería en invierno.
Salvaje, de Cheryl Strayed
Con estas premisas sobre la mesa, los primeros libros que se me vinieron a la cabeza fueron dos que mezclan viajes y autoconocimiento. Uno de ellos ya os lo recomendó Gemma en este blog y si aún no lo habéis leído, por favor, leedlo. Se trata de Salvaje, de Cheryl Strayed, una lectura que ha pasado directa al top 10 de mis libros favoritos de todos los tiempos. Os aseguro que nunca antes había tenido la sensación de que un título fuera tan acertado para un libro. Salvaje es absolutamente salvaje. Si os animáis a leerlo y lo elegís, practicad el slow reading. Leedlo despacio, saboreando cada página del relato de un duro viaje en solitario que, desde el principio hasta el final, refleja la fuerza de una mujer sola y perdida con la necesidad de encontrarse a sí misma tras el fallecimiento de su madre, la pérdida de su familia, la ruptura de su matrimonio y un tonteo con drogas que no auguraban buen fin.
“Por fin comprendía lo que la heroína había representado para mí: el anhelo de tener una escapatoria cuando, de hecho, lo que yo buscaba era una vía de acceso”.
Días de viaje, de Aniko Villalba
No puedo salir del apartado libros de viaje sin recomendaros otra de las lecturas que en su momento sacudió mi forma de ver la vida y que la ha transformado para siempre. A su autora la conocí hace unos años buscando en Internet respuesta a una cuestión que me atormentaba desde hacía tiempo y que no es otra que el miedo a viajar (no quiero extenderme en este tema, por lo que os dejo un link a un post de mi blog en el que hablo de él y a otro en el que podéis leer sobre mis últimos viajes).
Aniko Villalba es una joven argentina que, al terminar su carrera, se plantea qué tipo de vida quiere vivir a partir de ese momento. Y sus dos opciones son: la convencional de trabajo de ocho horas, casa, boda e hijos; o la alternativa al sistema, que muchos tachan de locura, y que consiste en ir a recorrer el mundo y escribir sobre ello. A pesar de las voces críticas, Aniko elige seguir su sueño y emprende su primer viaje en solitario por América Latina.
Todo ello, y sus primeros años de viajera en solitario, lo ha dejado escrito en un precioso libro que se titula Días de viaje. Por cierto, si os decidís por este libro debéis saber que no es una guía de viajes, nada de eso; es un relato sobre experiencias, sensaciones, lugares, gentes, costumbres, anécdotas y vida alrededor del mundo.
“Si dedicás todas tus energías a hacer eso que te hace feliz, por más ridículo, irreal o aburrido que le parezca al resto del mundo, vas a encontrar la manera de sobrevivir”.
Brooklyn Follies, de Paul Auster
La lectura que sigue ahora no me cansaré de recomendarla una y otra vez. Brooklyn Follies es una de las obras menos conocidas de Paul Auster y con ella descubrí una faceta de este autor más cercana y accesible. Si os digo que el protagonista de este libro, Nathan Glass, es un sexagenario jubilado, recién divorciado y enfermo de cáncer que vuelve al barrio que le vio nacer para vivir los últimos meses de su vida en paz, quizá pospongáis esta lectura para el otoño o para el invierno o incluso la descartéis para siempre. Pero esto que os cuento solo es el punto de partida y no es necesario pasar muchas páginas para descubrir que lo que en realidad cuenta Brooklyn Follies es la vida de un tipo que renace a los 60 años por casualidad y que poner vida a los años, aunque sean los últimos, es posible.
“Quiero hablar de felicidad y bienestar, de esos raros e inesperados momentos en que enmudece la voz interior y uno se siente en paz con el mundo”.
Los interesantes, de Meg Wolitzer
No sé a vosotras pero a mí me encanta reflexionar sobre mi vida. Me gusta analizarme, mirarme en perspectiva y pensar que no quiero volver atrás por mucho que me vaya haciendo mayor. Me parece que en mis 33 años de vida he aprendido mucho y, sinceramente, no me gustaría desaprenderlo. También soy consciente de que no soy, para bien o para mal, lo que habría querido para mí años atrás o lo que habrían querido mis padres.
Por eso me gusta leer novelas como Los interesantes, de Meg Wolitzer, protagonizadas por un grupo de amigos que se conocen en la adolescencia y cuyas vidas discurren unidas desde ese momento hasta la madurez de cada uno de ellos. Me encanta porque analiza la manera en la que te planteas tu propia vida cuando tienes 15 años y cómo esas expectativas van transformándose conforme avanzan los años.
Este libro arroja la evolución de la vida tal cual, sin azúcar añadido: no serás lo que tenían proyectado tus padres para ti; ni siquiera serás lo que tú habías proyectado para ti, sino que tu camino se irá escribiendo conforme avances y dependerá de muchos factores.
“La idea de que quizá uno puede tener grandes sueños que quizá no se cumplan nunca. De que uno, sin darse cuenta, se vaya haciendo cada vez más pequeño. No quiero que eso me pase a mí”.
Todas las familias son psicóticas, de Douglas Coupland
Sarah Drummond es la mediana de los tres hijos de Janet y Ted Drummond. Trabaja para la NASA y va a participar en un importante lanzamiento al espacio por lo que, para la ocasión, ha querido reunir a toda su familia para que la acompañe: Ted y Janet, sus padres, divorciados desde hace unos años; Wade, el hermano mayor, junto a su mujer embarazada, Beth; Bryan, el hermano pequeño, y su novia también embarazada Shw; Nickie, la actual esposa de Ted; y Howie, el marido de Sarah. Hasta ahí, todo normal; una familia corriente dentro de la sociedad occidental actual hasta que empezamos a profundizar en las entrañas de todo el entramado.
Si pensáis que vuestra familia es peculiar, tenéis razón, pero debéis leer las aventuras y desventuras de la familia Drummond para comprobar que donde lo hay malo lo hay peor. Si tienes problemas familiares, después de leer Todas las familias son psicóticas, de Douglas Couplan, te parecerá que lo tuyo es un cuento de gatitos.
“- Tener familia está bien, Wade.
– Deberías conocer a la mía. Somos una pandilla de psicópatas.
– Todas las familias son psicóticas, Wade. De hecho, creo que todos tenemos más o menos la misma familia. Lo que ocurre es que la configuración varía un poco. Si quieres te presento a mis suegros.”
Bonus track: Una madre, de Alejandro Palomas
Al hacer las reseñas de mi blog, siempre digo que hay dos grandes grupos de libros: aquellos de los que es muy fácil extraer el argumento porque hay una historia palpable y, con estos, escribir acerca del argumento es coser y cantar; y otros que tienen más que ver con los sentimientos y con los que no basta con hacer un resumen. Esos libros dejan una huella en ti y, cuando pasa el tiempo, olvidas el argumento pero las sensaciones y las emociones nunca desaparecen.
Una madre, de Alejandro Palomas, entra dentro de este segundo tipo. Es un tributo a todas esas madres que cuidan de nosotros, que nos hacen venirnos arriba, que están a nuestro lado siempre, incondicionales porque, ¿qué sería de todos nosotros si no fuera por ellas? Merece la pena conocer a Amalia, una madre cualquiera, una heroína anónima de esas que levantan la vida y se la ponen de montera por sus hijos.
“Pero yo estoy aquí y seguiremos balanceándonos juntas el tiempo que haga falta. Y si tengo que hundirme para que flotes, me hundiré. Y si tengo que arrancarte del agua para que me vivas, te arrancaré, duela lo que duela. Porque no tengo nada mejor que hacer en la vida, hija. No hay nada mejor que hacer en la vida. Para una madre, no”.
Y, bueno, ¡hasta aquí mi selección de libros para este verano! Espero que os guste y que os animéis a leer alguno de ellos. Gracias a todas y, desde luego, a Gemma por invitarme a participar en su blog. ¡Un placer conocer a las chicas de Wasel Wasel!
Muchas gracias, Patricia. Desde luego todos estos libros (excepto Salvaje, que ya me lo he leído este año) van a mi lista de lectura para este verano, ya tengo tarea pendiente :D
Espero que os haya gustado este post y ahora ya no podéis decir que no se os ocurre qué leer durante los meses estivales.