Este verano pasé una semana de mis vacaciones en Portugal, concretamente en la zona de Peniche, pero aprovechamos que hizo mal tiempo para conocer otras ciudades, como Aveiro y Costa Nova. Si como yo no conocíais estas localidades, buscad en google y Aveiro os aparecerá como la Venecia de Portugal, por el canal que atraviesa la ciudad y que se puede navegar en unos barcos con un guía como si de la ciudad italiana se tratase. Costa Nova seguro, segurísimo, que la habéis visto en fotos, sobre todo si tenéis Instagram, ya que parece haber sido uno de los destinos más instagrameables del verano, jejeje.
Desde Peniche son unas dos horas en coche, y aunque la ciudad es muy bonita, no merece la pena un viaje tan largo para pasar solo unas horas, así que os lo recomiendo si estáis más bien cerca de Oporto.
Igualmente nos gustó mucho y pasamos un día muy agradable, porque además el tiempo acompañó bastante, pues aunque no hizo calor, tampoco hizo excesivo frío.
Aparcamos el coche cerca del canal central y callejeamos hasta la plaza del Marqués de Portugal. Durante todo el camino vimos muchos de los edificios de azulejos, con ese aire tan decandente que me encanta. Subimos por la calle Homem Cristo filho y una vez en la plaza bajamos hasta el canal de nuevo por la calle Gustavo Ferreira Pinto Basto.
Una vez de nuevo en el canal dimos una vuelta hasta Praça Peixe (que es el mercado de pescado), volviendo de nuevo al canal para comer en una pequeña cafetería. De camino pasamos por el Museo de Arte Moderno cuya fachada me enamoró y que me quedé con las ganas de conocer por dentro. Además de muse, también se puede tomar un café en la terraza pues tiene una especie de salón de té.
Como os decía, para comer paramos en una pequeña cafetería que encontramos en frente del canal. He intentado buscarlo en Google Maps, pero no aparece, pero os dejo una foto para que os situéis; el sitio era muy pequeño, pero muy barato y la comida estaba rica (nos costó 11€ por persona, que para ser una zona turística no está nada mal, teniendo en cuenta que pedimos un plato, bebida, postre y café, y no era menú). Está al lado del restaurante Chinês Fu Hua.
Después de comer paseamos por el barrio antiguo de pescadores, con más casas con azulejos, eso sí, más humildes que las del principio, pero igual de bonitas.
Y después seguimos callejeando hasta llegar a la iglesia de la Vera Cruz.
Antes de irnos volvimos a subir por la calle Gustavo Ferreira Pinto Basto para visitar la Sé de Aveiro.
Para finalizar el día, fuimos a ver las casitas de rayas de Costa Nova. Es una zona de playa que está a unos 10 minutos en coche de Aveiro donde se puede disfrutar de un agradable paseo para después tomarse un helado en alguna de las terrazas que hay. Como curiosidad, las casas de colores fueron originalmente casas de pescadores donde guardaban el material de pesca, pero a lo largo de los años fueron convirtiéndose en casas de veraneo, siendo sus propietarios los encargados de su decoración. En portugués se llaman palheiros.
Y aquí acabó la visita (bueno, en realidad fue en el Lidl para comprar la cena, pero no creo que os interese, jejeje). ¿Qué os ha parecido? ¿Conocíais Aveiro y Costa Nova? Próximamente os enseñaré Peniche.
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