Si ayer hablábamos de una película basada en una novela para adolescentes, hoy vamos a hablar de otro tipo de novela que, por su temática adulta, ha encendido los termostatos hormonales de chicas de mi edad más de lo que uno se pueda imaginar.
A pesar de que una conocida mía, me confesase que ella había tenido que dejar de leer el sobrecalentado libro de E.L. James porque le parecía d-e-m-a-s-i-a-d-o, la gran mayoría de mujeres sentía una obscena y descarada necesidad de sumergirse en una historia en la que los términos "dominación" o "sumisa" jugaban un papel protagonista. Corríjanme si me equivoco queridas lectoras, pero yo pensaba que casi todas vosotras eráis de todo menos machistas... ¡Yo pensaba que yo no sabía nada del amor y que vosotras erais las entendidas!
En fin, el fenómeno mundial Cincuenta Sombras de Grey (que, como cabía esperar, no me he leído) va a llegar a los mejores cines en formato audiovisual el día de San Valentín (¿WTF?) y no puedo dejar de preguntarme qué tipo de parejas irán juntas a verla ese día o, mejor aún, cuál será el regalo de moda el próximo 14 de Febrero.
Pero sí, yo también la veré. El libro no me lo leo, pero la peli me la trago como un campeón para hacer que os duelan los ojos al leer mi futura crítica y que os sangren los oídos al escuchar mis palabras.
Sumisas amorosas.
Jerry.
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