El dueño de una funeraria de un pequeño pueblo, recibe una misteriosa víctima de un homicidio, una bella joven de nombre Jane Doe que no tiene ninguna causa aparente de muerte.
Con una realización totalmente tradicional de encuadres, cuasi perfectos, frente al cámara en mano de Trollhunter. Además, la presente obra se sitúa entre el suspense y el terror de una manera sólida y contundente.
La parte del suspense está muy bien llevada y desvela paulatinamente los secretos que oculta el cadáver de una linda joven interpretada por Olwen Catherine Kelly, la actriz no tiene diálogos, se limita a estar como una estatua de cera sobre la cama de autopsias, pero todo y con eso consigue inquietar con su profunda mirada.
En contexto, hay alguna que otra pequeña connotación/diálogo salpicado levemente por el humor. Lo de la campanilla me resulta tan terrorífico como cómico.
Los sustos están tremendamente bien calzados y no son poco previsibles la mayoría de ocasiones.
La banda sonora compuesta por Danny Bensi (Enemy) y Saunder Jurriaans (The Gift) utiliza el recurso típico del efecto sonoro, como he dicho, lo hacen de manera muy efectiva .
Una obra que aprovecha los espacios cerrados creando un ambiente bastante claustrofóbico e inquietante dentro de la morgue en la que se desarrolla toda la historia. Con una excelente puesta en escena de los dos personajes principales, Tony y Austin, padre e hijo, interpretados por Brian Cox (Braveheart) y Emile Hirsch (Killer Joe), respectivamente.
Ambos manejan la película de una forma excelente a la vez que muy creíble. Ophelia Lovibond (Guardianes de la galaxia) completa el escueto reparto principal de la película y hace un papel secundario, pero igualmente solvente y con algún diálogo bastante gracioso al principio de la película.
The Autopsy of Jane Doe supone el primer guión de un largometraje para los guionistas Ian B. Goldberg y Richard Naing, que han participado en series televisivas en dicho campo de la escritura.
El guion se sirve de ciertos tópicos del género, pero esconde bien sus secretos en torno al cuerpo de la joven que ha sido torturado de forma bastante atípica. El film consigue tensar las fibras musculares del espectador con trucos realmente simples, como el de la campanilla o el espejo del pasillo.
No es una película que roce la excelencia pero me parece muy digna y recomendable, sobre todo, si empatizas con sus dos personajes principales. Por sacar un pero, el desenlace está resuelto de manera un poco repentina y típica, pero es mejor cortar a tiempo, que lamentar un desenlace mal resuelto. Y hasta eso hace bien el nuevo trabajo de André Øvredal.
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