Sigo con las críticas que me quedan pendientes de títulos que vi durante la reciente 49ª edición del Festival de Sitges, con esta introducción que aparenta no tener relación alguna con el resto del artículo, paciencia, la tiene.
Hoy le toca el turno a Swiss Army Man, dirigida y escrita por Dan Kwan y Daniel Scheinert, la película se ha llevado dos de los premios más ‘importantes’ del Festival; mejor película y mejor interpretación masculina, otorgada a Daniel Radcliffe, co-protagonista del film.
Tras una larga temporada aislado en una isla desierta, Hank encuentra compañía en el flatulento cadáver de Manny, un joven que el agua ha traído hasta la orilla. Poco a poco, el náufrago y el fiambre desarrollan una hermosa amistad.
Swiss Army Man es un delirio en sí mismo que aboga por lo escatologico y lo ligeramente pervertido desde el minuto uno. Una propuesta tan descabellada, surrealista y provocativa que parece una ocurrencia de sus creadores durante una noche de borrachera. Pero no por ello tiene menos mérito.
Pero que sea una apuesta arriesgada, no da lugar a llevarse el premio a mejor película. En casi una década que llevo asistiendo al Festival de Sitges, una sola vez he coincidido con la decisión del jurado en la categoría de mejor película, pero es algo que tengo asumido.
Me parece que Daniel Radcliffe, aka Harry Potter, en su papel de Manny, lo hace bien, pero no es una interpretación que merezca tamaño galardón. En ambos premios, parece que el jurado haya valorado más el lado arriesgado de la propuesta, antes que los valores principales de las dos categorías.
Manny, interpretado por Daniel Radcliffe, está plagado de utilidades y fabulosas habilidades que salvará de innumerables peligros a Hank, protagonista principal, interpretado por Paul Dano (Looper).
La falta de valentía en el territorio del amor de Hank al intentar entablar una conversación con una chica (si nos gusta), papel que se encarga de interpretar de manera solvente, Mary Elizabeth Winstead (Scott Pilgrim contra el mundo), nos deja ver un personaje con el que muchos hombres se sentirán identificados y hará que empaticemos con él.
La aparición de la guapísima actriz impulsa la trama y motiva a sus dos personajes a avanzar en la historia, pero su aparición es anecdótica y éterea buena parte del metraje. El film se centra mucho más en la relación entre Manny y Hank y las peligrosas aventuras que vivirán en su periplo.
Desde que Daniel Radcliffe abandonó la saga de películas que le hizo famoso, ha intentado en varias ocasiones durante los últimos años con películas La mujer de negro, Horns, Victor Frankenstein o la reciente Imperium, borrar esa pequeña ‘estigma’ que lo asocia al personaje de Harry Potter. El caso de Daniel Radcliffe se asemeja al de Elijah Wood y su papel de Frodo en El Señor de los Anillos. En ambos casos, son personajes extremadamente intensos, característicos y representativos en sus respectivas carreras.
Los chistes y gags, pueden sonar demasiado gratuitos y atrevidos, al parecer, el ‘selecto’ público del Sundance Film Festival no supo apreciar dicho atrevimiento, pues hubo gente que abandonó la sala durante la proyección. Aunque, al final la película ganó el premio a la mejor dirección.
En cambio, la sensación general durante el Festival de Sitges, ha sido más positiva de lo esperado, paliando el descontento del público de Sundance.
Sus creadores no descuidan una historia compacta y simpática en la que, además de los fracasos en el amor, aborda valores tan importantes como el de la auténtica amistad. Swiss Army Man no es una película de carcajada, pero sí suficientemente risueña, a pesar de su envoltorio sentimental.
El único pero que le veo, es que pierde un poco de intensidad y empaque respecto a su llamativo y espectacular inicio. Una historia de desamores y amistad que desde un tono surrealista, siempre intenta sacarnos una sonrisa.
Fuente: este post proviene de Cinefilias Ocultas, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: