A pesar de que esas naciones llevan diversas coronas, ganar un concurso de belleza no es tarea fácil. Y cuando se trata del Miss Universo, la competencia es aún más feroz. Pero no digo eso por la belleza. Créanme, ese es solo un simple detalle del certamen.
El Miss Universo es una gran empresa que funciona con sistemas de franquicias, quien desea participar, paga cerca de US$100 mil y gana el derecho de enviar una candidata al concurso.
Si el país desea ser sede del certamen, las cosas son aún más difíciles. Las naciones interesadas debe inscribirse y pasar por una selección súper compleja: además de tener buenas atracciones turísticas, es necesario un auditorio capaz de recibir por lo menos 4 mil personas, un techo que resista a 45 kilos de equipos de luz y una tarima lo suficientemente grande para soportar 80 personas.
Países de todo el mundo pagan millones de dólares para ser sede del evento. La nación gana con eso visibilidad y publicidad. El Miss Universo es transmitido en vivo para 167 naciones del mundo y tiene millones de televidentes. El país que paga, tiene derecho a presentar durante la programación, un video turístico. La ciudad de Doral, aledaña de Miami, será sede del evento este 25 enero. El gobierno de la localidad invirtió 2,5 millones de dólares para hacerse con la sede del concurso.
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