¡Luchad y perseverad entonces vuestra recompensa os será dada!

El tiempo pasa delante de nuestros ojos y nos damos cuenta de que esta vida es temporal, porque en realidad aveces nos olvidamos de que nuestro tiempo aquí tiene fecha de caducidad, es por eso que si no haces lo que debes hacer ahora, tal vez no puedas hacerlo mañana, pues la vida nunca avisa de lo siguiente que va a suceder.
Debemos tomar consciencia, mirar a nuestro alrededor, analizar el paisaje y lo bello que es nuestro mundo, pensar en nuestros seres queridos, en quienes somos realmente, tal vez ser más atrevidos y lanzarnos en paracaídas des de una gran altura.

Soltar todo lo que nos hace daño o nos deja en el estancamiento sería un primer paso para empezar a cambiar ese ser confundido o roto que hay dentro de nosotros y darle real valor a la vida, porque

lamentablemente es difícil encontrar el sentido de nuestras vidas en una sociedad tan globalizada con tanta información, tantas cosas que hacer sin apenas tiempo para dedicar a la familia y solo trabajar arduas horas. Pero no estamos solos en esto, dios nuestro padre celestial está presente para guiarnos en cada batalla que debamos afrontar.

La vida nunca avisa pero siempre podemos decidir que queremos hacer aquí y ahora.