De esta forma, el día de su muerte tiene dos bellas coincidencias: el nacimiento de otro genio, Albert Einstein, y el día de Pi. Estas coincidencias son prueba de la singularidad de Hawking, pues ambas tienen gran relación con él.
La primera, el nacimiento de otro genio, es relevante porque Hawking podría bien ser considerado el gran genio de nuestra época, así como lo fue Einstein para la suya.
En cuanto a la segunda, Pi es una de las constantes matemáticas más importantes y de las más populares entre matemáticos y físicos.
Se trata de la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro, y la cantidad de decimales en este número es enorme (el 28 de diciembre de 2013, consiguieron calcular 12.1 billones de decimales).
Así que definitivamente no es un número cualquiera. Es tan extraordinario, que existen muchas referencias sobre este número en cine y televisión, por ejemplo, la película llamada así, Pi, de Darren Aronofsky.
Otra coincidencia de fechas con el físico es que nació exactamente 300 años después de la muerte de otro gran científico, Galileo Galilei.
Así que Stephen Hawking no solo era una persona increíble y súper cool, y hasta las coincidencias con sus fechas importantes lo demuestran.