Hola a todos, ya sabéis que el post de hoy es siempre sobre la marcha, pero hoy me ha resultado imposible escribirlo, me he levantado muy justa de tiempo y me espera un día bastante ajetreado.
Prometo contestar a todos los comentarios pendientes(ayer no pude) durante mañana y el fin de semana. Y visitar vuestros blogs, que me han quedado unos cuantos abandonados.
He rescatado un post que tiene casi dos años, últimamente me han ocurrido casos parecidos a los que cuento y me ha dado por pensar en ello, así que creo que esta entrada viene bien.
Espero que os guste y mil gracias por leerme, nos vemos el sábado en el repaso semanal. Ahora os dejo con el post.
Muy buenos días a todos un jueves más. Ya sabéis que el post de hoy lo escribo sobre la marcha, casi sin repasarlo y tomando un café calentito y mi gato en el regazo así que pido disculpas por las posibles faltas o fallitos.
Antes de escribir no suelo tener un tema pensado, a veces se me ocurre de repente, otras me da miedo que llegue el momento de publicar y estar en blanco y otras veo o leo algo que me hace querer explayarme,jejejejeje.
Últimamente en mi vida se han ido dando varias casualidades y no dejo de pensar que la mayoría de las cosas(recalco mayoría y excluyo las muertes y enfermedades) pasan por algo.
Ya conté en post del principio que en alguna ocasión me ocurrieron cosas que aunque en un principio me molestaban, al final parecía que eran una especie de salvación.
Una de estas cosas fue la vez que a la hora de arrancar el coche para ir a pasar el día a la playa(hace unos tres años) éste no arrancaba.
Al final se solucionó pero no nos pusimos en marcha hasta casi la una de la tarde, y yo fui todo el camino pensando en las horas de sol perdidas.
Cuando estábamos muy cerca la policia nos para para decir que hay un tramo cortado por un accidente ocurrido hace algo de tiempo.
El silencio del coche fue sepulcral porque tal vez, y digo solo tal vez, podíamos ser nosotros los accidentados sino hubiésemos tenido la avería.
Otras veces he buscado cosas sin encontrarlas y luego, de la forma más extraña llegaban a mi vida, como si estuviesen predestinadas.
Y eso me pasa con un autor, Walt Whitman.
Cuando era pequeña oí hablar de él en Verano azul, Julia le regalaba a Desi el libro Hojas de hierba y en una de las reposiciones me sentí intrigada y estuve investigando un poco.
La verdad es que lo encontré en una biblioteca y me gustó mucho el autor, aunque con el tiempo lo olvidé un poco.
Pero entonces, cuando tenía 15 años vi una de las pelis que me marcó de verdad, El club de los poetas muertos, y cuando oí ese Oh Capitán, mi capitán! y el nombre del autor del poema volvieron a mí todos los recuerdos.
Durante años me encantaba leer a Whitman, pero de nuevo cayó un poco en el olvido hasta que el año pasado descubrí una serie que ha pasado a estar en mi Top ten absoluto, Breaking bad, y de nuevo Whitman volvió a mí.
No creo que sea exactamente una casualidad porque me imagino que la mayoría de los que me leéis lo conocéis pero ha ido apareciendo en mi vida cuando estaba a punto de pasar a un rincón de mi memoria poco frecuentado.
Y algo así me pasó con un libro. Cuando era pequeña, un día de lluvia, por la mañana, vi la peli El otro árbol de Guernika, y me gustó mucho, pero mucho.
Cuando supe que había un libro estuve años buscándolo sin dar con él, y hace algunos años, mi hermana fue a una tienda de segunda mano a por una pieza de repuesto del ordenador que no se vendía nueva, y mientras esperaba lo vio, y encima muy barato, a un euro o dos, no me acuerdo.
Imaginad mi cara cuando me lo trajo, casi me da un yuyu, es que no me lo podía creer.
Eso sí que fue casualidad porque nunca habíamos ido a esa tienda, y si mi hermana no hubiera tenido que esperar no habría curioseado. Así que para mí fue bueno que se le estropeara el ordenador,jejejeje.
Muchas veces pienso que la vida es algo cícilico, etapas que se terminan y vuelven, aunque distintas, casualidades enlazadas, recuerdos que a veces volvemos a vivir. !!!!!!!Ayyyy, con lo que me gusta reflexionar a mí!!!!!!!!!!
Muchas veces, cuando he tenido algún problema, la solución me ha llegado de la manera más casual. Y no solo a mí, a mucha gente.
Un tío de mi madre siempre nos contaba una historia que me fascinaba.
Hace muchísimos años(a finales de los 40) tuvo que ir el hombre unos meses a Madrid a hacer unos cursos(trabajaba en la mina, la dura mina asturiana que tantos muertos tiene en su alma) para mejorar un poco la precaria economía familiar.
Todos los gastos corrían de su cuenta y estaba el hombre fatal y deseando acabar para volver, y más al ver Madrid adornado de Navidad y él sin una peseta para comprar algo a su hija pequeña.
Era pleno invierno y ya se había puesto enfermo dos veces por no llevar abrigo así que un día cogió parte del poco dinero que le quedaba y fue al rastro a buscar alguno usado.
Al final compró uno muy gastado y que le quedaba grande, y en la pensión donde vivía intentó arreglarlo con tijeras y aguja(su madre y esposa eran modistas y sabía un poco de costura) y al abrirlo, entre el paño y el forro encontró un montón de dinero, billetes de antes de la guerra.
En el banco le cambiaron el dinero que al cambio era menos de lo que creía pero era un buen pellizco y pudo terminar el curso con un poco más de tranquilidad, hacer unos regalos de Reyes a su niña de 3 años, ayudar a su madre anciana y además ascendió en el trabajo(bueno, poco a poco, no fue todo tan rápido).
*Con esta historia escribí un cuento de Navidad que os dejo aquí.
Nunca supo la historia del abrigo, pensamos que alguien escondió ahí el dinero durante la guerra y al fallecer el abrigo fue vendido o donado.
Él siempre nos decía que las cosas pasan por algo, el día que había ido a por el abrigo iba a ir al rastro por un sitio en concreto, pero se encontró con un compañero y cambió el recorrido, sino hubiera hecho eso no habría encontrado el puesto donde al final compró un abrigo.
Ayyyy, os estoy metiendo un rollo enorme para no llegar a nada, porque en realidad no tengo ninguna conclusión, hoy divago un montón, ayyy Clara ayer hablabas de mis reflexiones y hoy me sale un churro,jajaja, pero bueno concluyendo os diré que sí que creo que las cosas pasan por algo, y cuando a lo mejor quiero ir a un sitio y cualquier imprevisto me lo impide me digo que no estaba para mí y seguramente en otro momento podré ir y saldrá mejor.
Intento dejar que las cosas fluyan porque el destino y las casualidades están siempre muy presentes.
Y vosotros,¿Creéis en las casualidades?¿Tenéis alguna historia de ese tipo?¿Os parece que la vida es cíclica o es una de mis filosofías baratas?
Mil gracias por leerme, hoy estoy muy deseosa de leer vuestros comentarios y nos vemos mañana viernes.
*Por cierto, ya os hablé alguna vez de una de esas pelis que me marcaron, El Sur, y llevo unos días con muchas ganas de verla, y me acabo de enterar de que esta noche la emiten en la dos, ainnnnssss,, no me lo creo.
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