Para muchos de vosotros que conocéis la marca W, este situado en Punta Mita no envidiará ninguno de sus hermanos repartidos por todo el mundo. Lujo, exclusividad, paisaje… Un lugar idílico donde perderte una temporada.
Si estás pensando en cruzar el charco y hacer una escapada, esta podría ser una opción de lujo, sin duda. Diseños elegantes, pero coloridos. Contemporáneo, pero con muchos elementos mexicanos. Por no obviar las playas impresionantes del pacífico, que sin duda son las mejores vistas de este lugar de ensueño.
La grandeza colonial se mezcla perfectamente con el extraordinario arte de los pueblos huicholes indígenas. Estos elementos existen en armonía con una sensibilidad muy moderna que se extiende por todo el resort. Así se describen en la web del propio hotel, y no puedo estar más de acuerdo.
Diseñado por el estudio de arquitectura Aoma, que para llevar a cabo este proyecto contaron con numerosos artesanos mexicanos, creando numerosas obras de arte, que se conoce como arte Huichol.
Este espacio, como casi cualquier estancia de este hotel, invita al descanso y al relax. Un lugar muy especial dónde poder charlar y tomarte algo disfrutando de buena compañía.
De nuevo la greca del suelo, acompaña este espacio, con una demostración del arte mexicano.
Gran variedad en el estilo de los dormitorios, pero todo ellos son ambientes que invitan al relax y al descanso.
Todos ellos tienen ese punto de color vivo tan característico mexicano y que es mi debilidad en esta cultura. Todos ellos, te recuerdan que estás en el mar, que estás en la selva, que estás en un lugar paradisíaco.
Estas imágenes corresponden a espacios de las propias habitaciones. Algunas con vistas impresionantes al mar, pero casi me quedo con esa vegetación tan frondosa de la selva. Naturaleza en estado puro en todos sus rincones. Y todo acompañado de diseño y tradición.
El cuarto de baño, corresponde al de una de las suites. Parece un poco más sobrio, pero el color y la artesanía que está tan presente en este hotel aparece en forma de armario, o cabina.
Un capricho de lujo, y un lugar inolvidable. Creo que podría disfrutar de unos días en este paraíso de color.
Fuente: este post proviene de Estudio Lota, donde puedes consultar el contenido original.
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