Visitamos uno de los bares más de moda en Madrid y con razón. Desde que abrió el bar restaurante La Sala de Despiece en Madrid en el 2013, se ha convertido rápidamente en un sitio muy popular para tomar algo con los amigos. Ya en su nombre y fachada se ve el carácter rompedor de su apuesta montando un bar con la imagen y elementos de una carnicería o matadero de los de antes. Un local original, divertido y con muy buenas tapas y raciones de tipo moderno pero basadas en el producto de mercado.
Cuando llegas a La Sala de Despiece lo primero que sorprende es su fachada en blanco y negro en latón de aluminio, que ya hace ver que es un local diferente. Se anuncia el local con el nombre La Sala de Despiece y un subtítulo: “Gran Degustación”. Cuando entramos sorprende mucho la estética de un matadero municipal con ganchos de carne en el techo, vigas metálicas en medio de la barra, cuchillos de carne en las paredes y señales naranja de precaución en ciertas zonas donde se sitúan los comensales.
La carta parece un inventario de elementos de una fabrica y sorprenden los nombres de los platos e incluso la forma de pedir los platos al personal que luce bata blanca de carniceros. La carta está escrita a boli indicando los ingredientes, cantidad, procedencia y descripción del plato como si fuera una hoja de excel. Un poco confuso pero ciertamente original y divertido.
La Sala de Despiece, Gran Degustación
En esta primera visita probamos unas raciones para compartir con todo el grupo que fue muy de nuestro agrado.
Empezamos con una Burrrata deliciosa. Un plato donde lo que triunfa es la calidad de la burrata.
Después seguimos con un “chuletón” en carpaccio que sorprende cuando llega y ha sido una de las mejores cosas que probamos allí. Lo sirven enrollando el carpaccio en una tartufata y tomate y te lo tomas de un bocado. Muy especial y bien elaborado.
Seguimos con el coco mantequilla. Una preparación muy bonita de un pez mantequilla en sashimi con una salsa ligera con agua de coco, jengibre y ajo. Se toma con palillos chinos y hay que resaltar la textura suave y delicado sabor. Otro plato muy especial.
Por último tomamos unos espárragos de Navarra que para decir la verdad, estaban duros. Un plato que debe ser delicioso bien ejecutado pero esa ocasión no hemos tenido suerte.
La Sala de Despiece es un buen sitio para tomar unas tapas y raciones con los amigos. Un local diferente, innovador y con buenos platos para compartir con el grupo. Nos quedaron muchos platos por probar todavía y volveré para ver que más sorpresas tiene preparada la Sala de Despiece para nosotros.
¡Qué aproveche!
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